A partir del 30 de junio de 2025, todos los cubanos que viajen a Rusia sin necesidad de visa deberán cumplir con nuevos requisitos que refuerzan el control migratorio y podrían marcar un antes y un después para miles de isleños que han convertido a la nación euroasiática en su vía de escape.

La Embajada de Rusia en Cuba informó que se implementarán reglas obligatorias para todos los extranjeros que ingresen al país sin visado, como parte de un “experimento nacional” que busca fortalecer la vigilancia en las fronteras. Entre las medidas, se encuentra el registro en el Sistema Unificado de Identificación y Autenticación, y la presentación de una solicitud electrónica mediante la aplicación móvil ruID, que estará disponible desde el 23 de junio.

Este trámite debe completarse al menos 72 horas antes del viaje, aunque en situaciones de emergencia puede realizarse con un mínimo de cuatro horas. El proceso incluye cargar una foto del viajero, escanear el documento de identidad, enviar una grabación de voz y detallar el propósito y duración de la estancia, además de los lugares que planea visitar.

Una vez en territorio ruso, el viajero será fotografiado y se le tomarán las huellas dactilares en aduana. Con esta información, las autoridades generarán un perfil digital obligatorio. En caso de arribar a Moscú, será necesario acudir dentro de los primeros 10 días a un centro oficial para completar el registro biométrico y, eventualmente, solicitar la Tarjeta Electrónica de Ciudadano Extranjero.

Aunque las autoridades afirman que el proceso busca agilizar el control fronterizo y facilitar ciertos trámites, lo cierto es que forma parte de una política migratoria cada vez más restrictiva. En 2024, más de 80.000 extranjeros fueron deportados de Rusia, casi el doble que el año anterior. Aunque no se han publicado cifras oficiales sobre cuántos cubanos están en situación irregular o han sido expulsados, cada vez son más los casos de isleños detenidos y procesados tras exceder su permiso de estancia.

Los vuelos hacia Rusia desde Cuba, por ahora, siguen operando a través de las aerolíneas ROSSIYA y NORDWIND, con salidas desde Varadero y Cayo Coco. Sin embargo, con el endurecimiento del marco legal y el riesgo latente de deportación, viajar a Rusia ya no parece la alternativa segura de años atrás.

Esta nueva normativa podría frenar considerablemente el flujo de cubanos hacia un país que, hasta hace poco, les ofrecía una ruta más accesible para emigrar. En un contexto en el que muchos huyen de la profunda crisis económica en la Isla, Moscú refuerza sus barreras, y los cubanos tendrán que adaptarse a un nuevo sistema de control digital y biométrico que, lejos de ofrecer garantías, los expone aún más al riesgo de ser devueltos a un país donde las oportunidades escasean.

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