La influencer española Marina Rivers, quien visitó recientemente Cuba para promover el turismo en la isla, ha negado haber recibido dinero del régimen y ha rechazado cualquier responsabilidad por la existencia de una dictadura en el país caribeño.

Ante a las críticas recibidas por su visita, Rivers ha aclarado en un video en TikTok que no obtuvo ningún beneficio económico de su viaje y que todo fue organizado por una empresa española con sede en Barcelona.

"Nosotros no tenemos la culpa de la dictadura que viven allí”, comentó.

Con casi diez millones de seguidores en redes sociales, la influencer ha explicado que no se le puede culpar por la situación socioeconómica de los países que visita. Según sus declaraciones, muchos países tienen carencias en términos de libertades, derechos y situaciones políticas, pero esto no recae sobre los turistas que simplemente visitan estos lugares.

“No he ganado ni un solo euro con el viaje. Simplemente, nos invitaron. Todo estaba organizado por una empresa española, con sede en Barcelona", dijo

"No tenemos absolutamente nada que ver con ningún gobierno, ni hemos cobrado ningún dinero de nadie”, agregó.

Rivers mencionó el papel del turismo en España durante los años de la dictadura franquista y comparó la situación con la de Cuba. Destacó que en ambos casos el turismo ha sido una fuente de sustento para la población local y que no es responsabilidad de los turistas la existencia de regímenes políticos autoritarios.

“En Cuba es exactamente igual. La gente vive del turismo y, gracias a todos los turistas que vinieron a España en su momento, un montón de gente tuvo para comer", comentó

Además, la influencer asegura que trató de ayudar a los cubanos durante su visita, citando acciones como regalar botellas de agua a la gente, proporcionar ibuprofenos y ciertos medicamentos, dar dulces a los niños que encontraba en la calle, ofrecer dinero y propinas, y apoyar negocios locales a través de su consumo.

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