El apagón en Oriente y el “sabotaje” que Sierra Maestra publicó… y luego borró
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 8 de septiembre de 2025

La narrativa oficial sobre el colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) en el oriente de Cuba vivió este domingo un episodio peculiar. El periódico Sierra Maestra, órgano del Partido Comunista en Santiago de Cuba, afirmó en sus redes sociales que un “sabotaje” había provocado la desconexión eléctrica en cinco provincias orientales, pero minutos después eliminó la publicación y la reemplazó con una versión mucho más discreta.
El incidente fue denunciado por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien compartió capturas de la primera nota del medio oficialista antes de que desapareciera.
Según la publicación inicial, el gobernador de Santiago de Cuba, Manuel Falcón Hernández, declaró en su canal de Telegram que “personas inescrupulosas sabotearon las instalaciones de Nuevitas, provocando el disparo de la línea de 220 kV Nuevitas–Tunas”. Esa supuesta acción habría dejado sin electricidad a toda la región oriental, desde Las Tunas hasta Guantánamo.
El mensaje, que hablaba incluso de un “acto cobarde y criminal contra el bienestar del pueblo”, responsabilizaba al presunto sabotaje del apagón que mantuvo a millones de cubanos en la oscuridad durante horas.
Sin embargo, poco después la nota fue eliminada del perfil de Facebook de Sierra Maestra. En su lugar apareció un breve comunicado que omitía toda referencia a un sabotaje. La nueva versión solo mencionaba que el sistema había sido reenlazado cerca de la medianoche y que la electricidad se restablecería paulatinamente.
Ni el medio ni las autoridades ofrecieron explicación alguna sobre el cambio de discurso.
La contradicción entre ambas publicaciones abrió la puerta a múltiples interrogantes. ¿Se trató de un error de comunicación? ¿De un exceso de entusiasmo político? ¿O de una orden de última hora para frenar una narrativa sin pruebas que pudiera generar más incertidumbre?
En un contexto marcado por los apagones constantes y el creciente malestar social, la manipulación de la información solo contribuye a profundizar la desconfianza ciudadana. Lo que en un inicio fue presentado como un atentado contra el pueblo, terminó reducido a un simple parte técnico, sin responsables ni mayores explicaciones.
La manera en que se manejó la información no pasó inadvertida. Para muchos, la verdadera agresión no fue contra el SEN, sino contra la verdad. Al borrar y reformular el mensaje, el aparato propagandístico del régimen dejó al descubierto su improvisación y su intento de controlar el relato público según le convenga.