Recientemente, trascendió que el gobierno cubano expulsó de su trabajo a Pedro Ariel García Rodríguez, un enfermero de 36 años de edad que renunció a su empleo tras enfrentarse a 'advertencias' y presiones de sus jefes.

García Rodríguez trabajaba en el Instituto Nacional de Oncología y Radiología, pero pidió la baja y decidió romper el silencio, tres días después de salir de este lugar por sus opiniones políticas, consideradas contrarrevolucionarias.

"Decidí contarlo todo en las redes porque no tuve otro remedio", dijo a 14ymedio, portal que asegura que "el enfermero tomó la decisión de pedir la baja laboral tras varias reuniones con sus superiores en las que cuestionaron sus publicaciones críticas con el sistema cubano".

"La primera señal del problema la recibió García el sábado 9 de mayo cuando fue citado por su jefe de enfermería. Fue conducido a la oficina del vicedirector del hospital, Erasmo Gómez, quien estaba acompañado de dos trabajadores como testigos. Antes de entrar tuvo que entregar su móvil", relata el sitio.

"Gómez me sacó un expediente y dijo que todo el asunto era por lo que estaba poniendo en Facebook", dijo. "Entre las pruebas, el funcionario mostró un meme con la imagen de Fidel Castro que catalogó como "contrarrevolución". García contestó basándose en su derecho a la libertad de expresión.

"Si tengo libertad para decir abajo el imperialismo o abajo el bloqueo por qué no la tengo para decir que en Cuba se violan muchas cosas", se preguntó. "Antes de eso me habían dicho que tenían la mejor opinión sobre mí como enfermero y que sabían que mi desempeño laboral era bueno", añade García.

"Esa reunión fue un sábado y me dijeron que lo pensara durante el fin de semana, porque a partir del lunes tenía que borrar todas las publicaciones y, además, empezar a publicar a favor de la revolución y de lo agradecido que estaba con el proceso", relató.

"Si me demuestran que es falso algo de lo que digo, claro que lo borro", respondió. "Entiendo que las burlas a personas que están muertas, y que tienen una connotación para el país, pueden dañar la imagen del Instituto, eso lo entiendo y lo puedo borrar, pero hasta ahí", indicó.

Este enfermero lamenta que su carrera en la isla llegó a su fín. "En estos momentos no puedo hacer ninguna reclamación oficial en mi centro, solo me queda ir al Ministerio de Salud Pública porque el instituto se rige por la dirección nacional, pero ahora mismo todo está paralizado".

"Quisiera recuperar mi carrera profesional pero sostengo lo que escribí en mis publicaciones...". "El sistema que ellos llaman socialismo no es factible para ninguna sociedad y menos para Cuba. Llevamos mucho tiempo y las personas están muy inconformes".

"Por suerte los cubanos están despertando, cada día somos más", dijo antes de finalizar.

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