El régimen ha anunciado un aumento significativo en los precios de la gasolina y el diésel a partir del 1 de febrero como parte de sus medidas de ajuste económico. Vladimir Reguero, ministro de Finanzas y Precios, anunció en la Mesa Redonda que los precios de la gasolina regular y el diésel aumentarán de 25 a 132 pesos cubanos por litro, lo que representa un incremento del 528%.

Además, la gasolina especial y el diésel especial verán un alza del 520% y 546%, respectivamente, pasando de 30 a 156 pesos por litro y de 27,5 a 150 pesos por litro, respectivamente. En el ámbito mayorista, también se aplicarán incrementos menores: el litro de gasolina regular subirá de 16,46 a 24,30 pesos, la gasolina especial de 17,37 a 26 pesos, y el diésel de 15,12 a 28 pesos cubanos.

Se adelantó que 28 estaciones de servicio cobrarán el combustible en divisas a turistas, equiparando los precios a la tasa oficial de 120 pesos por dólar. Esta medida busca obtener divisas para la adquisición de combustible, crucial ya que Cuba depende de importaciones de países aliados como Rusia, Venezuela y México.

Además, el ministro de Energía y Minas, Vicente La O Levy, confirmó un aumento del 25% en las tarifas eléctricas para los consumidores que excedan los 500 kilovatios por hora (kWh). La medida afectará a entre el dos y el cinco por ciento de los clientes, buscando fomentar el ahorro energético.

Esta decisión se da en el contexto de una grave crisis económica en Cuba, marcada por una contracción del PIB, un déficit fiscal considerable y una inflación oficial del 30% al cierre de 2023, lo que podría empeorar aún más el poder adquisitivo de la población, que ha sufrido un notable declive en los últimos años.

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