El régimen cubano ha advertido y reconocido que la ola migratoria que protagonizará la isla será grande, al tiempo que culpó al gobierno de Estados Unidos por incentivar a los cubanos a abandonar el país.

Después de que las autoridades de Bahamas repatriaran a Cuba a 45 migrantes irregulares que llegaron la víspera por el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, la dictadura aprovechó para volver sobre el tema.

Fue el coronel Lázaro Delgado Chaple, segundo jefe de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería quien asumió esta vez la tarea.

Delgado Chaple dijo que durante este año se han realizado 55 operaciones de este tipo, con mil 137 personas involucradas, en su mayoría con salidas por mar, y han sido devueltas desde Estados Unidos, México, Bahamas e Islas Caimán.

Asimismo, señaló que “la migración irregular en el territorio muestra una peligrosa tendencia de crecimiento en los últimos meses, y se espera que continúe su ascenso debido a los constantes incentivos por el gobierno estadounidense y la compleja situación económica”.

“Se trata de un juego político sucio por parte de la administración norteamericana, que cada vez dificulta más el proceso para una migración regular normal, viola los acuerdos migratorios esgrimiendo razones políticas, ha cerrado prácticamente la obtención de visas y complejiza todo el proceso con el requisito de tener que viajar a un tercer país para realizarlo de forma legal”, agregó el militar de alto rango.

Por su parte, Estados Unidos pide a los balseros que no se lancen al mar.

Desde los perfiles oficiales de la Patrulla Fronteriza en Florida han compartido ese mensaje: “la CBP Florida vigila los intentos de desembarcar ilegalmente en las costas del sureste de EEUU. No te engañes y no te embarques”.

Recomendado para ti