El psicólogo clínico cubano Leovel Frank Canga ha sido acusado por el régimen de la isla de "Incitación a delinquir", "desorden público" y "propagación de epidemias".

El profesional de la salud ha sido llevado a la unidad de la PNR de San Cristóbal, Artemisa solo por manifestarse el pasado domingo 11 de julio tras el estallido social.

Jesús Arencibia Lorenzo hizo la denuncia y explicó que el psicólogo fue procesado penalmente en 2016, luego de un intento de salida ilegal del país. En ese momento fue sancionado a 10 meses de privación de libertad:

"Incitación a delinquir", "desorden público" y "propagación de epidemias". Bajo estos tres cargos se encuentra el psicólogo clínico Leovel Frank Canga en la unidad de la PNR de San Cristóbal, Artemisa.

Él, como cientos de jóvenes y no tan jóvenes, fue uno de los manifestantes que el pasado domingo 11 de julio salieron a las calles de sus respectivos territorios para exigir cambios en Cuba.

Cuentan familiares y amigos que Leovel no usó obscenidades, no agredió a personas o dañó instituciones, no se comportó de manera antiética en ningún momento de su acción; solamente expresó, por las calles de su pueblo, que quería transformaciones en el sistema político y social de la Isla, con las consignas que se hicieron casi virales en ese contexto.

En el caso de este psicólogo, se trata de un joven que además ya fue procesado penalmente en 2016, luego de un intento de salida ilegal del país. En ese momento fue sancionado a 10 meses de privación de libertad.

Su historia de entonces está documentada en el reportaje periodístico que redacté junto a mi colega Cynthia de la Cantera, titulado "Un naufragio en tierra firme", publicado en Periodismo de Barrio. Acá le dejo el enlace:

https://www.periodismodebarrio.org/.../un-naufragio-en.../

Sería una circunstancia terrible si, una vez más, el peso de la injusticia cae sobre Leovel y su digna familia, que tanto ha sufrido y ahora mismo se debate entre el temor y la angustia.

Ruego a todos los que puedan se interesen por el caso y traten de ayudar a que este joven, trabajador y decente —que incluso hace poco prestó atención en centros de aislamiento de la COVID—, sea devuelto a su hogar. A fin de cuentas, él y muchos de los detenidos que en este momento están por motivos similares en las cárceles cubanas, no hicieron otra cosa que ejercer el derecho constitucionalmente refrendado, a manifestación pública pacífica. ¡¡Libertad para ellos!!

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