El régimen aprovecha cualquier oportunidad para criticar a la Administración de Joe Biden y este jueves varios de sus voceros lamentaron que Cuba no se pueda conectar a un cable submarino de Estados Unidos para el acceso de Internet y otros datos.

Sin embargo, obviaron que la razón principal es el peligro de espionaje que supone el control de ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.) entrar al Sistema de cable ARCOS-1.

"La absurda y deshonesta designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo sigue siendo pretexto para causar daño al pueblo cubano. Así lo demuestra recomendación de Comisión Federal de Comunicaciones EEUU contra licencia a cable submarino que Cuba necesita", dijo el canciller del régimen, Bruno Rodríguez Parrilla en Twitter.

"Esta es la manera en que el gobierno de EE. UU. se supone que cumpla con su declarado compromiso de promover el uso de Internet en Cuba, de expresar en la práctica su declarada preocupación por el bienestar del pueblo cubano, al que castiga despiadadamente con el bloqueo económico", señaló vicecanciller Carlos Fernández de Cossío.

Ninguno de los voceros del régimen cubano hablaron sobre la preocupación de Estados Unidos por los lazos con China y Rusia.

"El Comité para la Evaluación de la Participación Extranjera en el Sector de Servicios de Telecomunicaciones de los Estados Unidos, también conocido como Team Telecom o el Comité, recomendó hoy que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) rechace una solicitud de ARCOS-1 USA Inc. y A.SurNet Inc. subsea sistema de cable (Sistema de cable ARCOS-1) para modificar el sistema agregando un segmento adicional conectado directamente a los Estados Unidos a través de una nueva estación de aterrizaje en Cojimar, Cuba", informó el Departamento de Justicia.

"Estados Unidos apoya una Internet abierta, interoperable, segura y confiable en todo el mundo, incluso en Cuba. Desafortunadamente, el gobierno cubano no comparte esa opinión. Mientras el Gobierno de Cuba represente una amenaza de contrainteligencia para los Estados Unidos y se asocie con otros que hacen lo mismo, los riesgos para nuestra infraestructura crítica son simplemente demasiado grandes", dijo el Fiscal General Adjunto Matthew G. Olsen de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia.

"Conectar directamente un cable submarino de Estados Unidos a Cuba, donde una empresa estatal cubana tendría el uso exclusivo del cable, el control sobre la estación de aterrizaje cubana de ese cable y el acceso remoto al tráfico en él, podría promover los objetivos de inteligencia del gobierno cubano al darle acceso directo a las comunicaciones de las personas de los EE. UU. y a los datos confidenciales que atraviesan el cable".

Según el Comité, estos riesgos se ven exacerbados por las relaciones del gobierno cubano con otros adversarios extranjeros, incluida la República Popular China y la Federación Rusa. El gobierno cubano podría compartir cualquier información recopilada de este cable con esos adversarios extranjeros, avanzando así en los esfuerzos adicionales de contrainteligencia de los adversarios extranjeros contra los Estados Unidos.

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