La familia de Rolando Suárez Díaz, conocido entre amigos como Andu, está solicitando ayuda monetaria para poder repatriar su cuerpo a Cuba, tras su fallecimiento el pasado sábado en un accidente de tráfico en la ciudad de Tijuana, México.

Suárez Díaz tenía 41 o 42 años, era originario de Songo-La Maya, en Santiago de Cuba, aunque residía en La Habana antes de emigrar.

En su entorno era recordado como un hombre trabajador, cercano a sus amistades y muy vinculado a su familia, que hoy enfrenta el dolor de su pérdida y la dura realidad de los trámites de repatriación.

La noticia fue dada a conocer a través del perfil de Facebook “Nio Reportando un Crimen”, donde se informó que los familiares del fallecido están abiertos a recibir mensajes privados de quienes deseen colaborar económicamente para cubrir los costos.

Estos gastos suelen ser elevados y constituyen un desafío frecuente para las familias de migrantes que mueren lejos de su país de origen.

Casos como este reflejan la situación a la que se enfrentan muchos cubanos que han emigrado en busca de mejores oportunidades, y que, al fallecer en el extranjero, dejan a sus familias con la carga emocional y financiera de intentar traerlos de vuelta a la isla.

El proceso de repatriación de restos humanos requiere coordinación con funerarias locales, consulados y aerolíneas, además de una suma considerable de dinero, lo que obliga a familiares y amistades a organizar colectas públicas para reunir los fondos.

Los seres queridos de Rolando Suárez Díaz reiteran que quienes deseen colaborar pueden comunicarse directamente con ellos a través de mensajes privados, para recibir las indicaciones precisas sobre cómo y dónde realizar cualquier contribución.

Mientras tanto, su familia en Cuba y en el exterior espera poder darle el último adiós en su tierra natal, rodeado del cariño de los suyos.

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