Brigadas especializadas de la Empresa de Vías y Puentes de Camagüey han trabajado sin descanso para restablecer aproximadamente 700 metros de vía férrea que resultaron seriamente dañados tras el descarrilamiento del tren Holguín-La Habana ocurrido en la noche del día anterior. El incidente tuvo lugar en el kilómetro 522.600 de la línea central, uno de los tramos ferroviarios más importantes del país.

Según confirmó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) el ingeniero Adalberto Giral Rodríguez, director general de la Empresa de Ferrocarriles Centro-Este, los trabajos de recuperación avanzan de manera favorable. Ya fueron retirados los dos coches que resultaron descarrilados, así como el furgón eléctrico —encargado de suministrar energía a los vagones, incluyendo los sistemas de aire acondicionado.

Esta actuación permitió el restablecimiento del tránsito ferroviario para esta tarde, aunque inicialmente con una velocidad limitada de 15 kilómetros por hora por razones de seguridad.

"La respuesta inmediata de las brigadas demuestra el compromiso de nuestros trabajadores con la seguridad del transporte ferroviario en el país", señaló Giral Rodríguez. Además, subrayó que este tipo de incidentes, aunque poco frecuentes, requieren de una coordinación efectiva y una respuesta técnica precisa para evitar afectaciones mayores al transporte nacional.

El descarrilamiento del tren no causó víctimas fatales, lo que fue considerado un alivio por las autoridades. Sin embargo, se investiga la causa exacta del accidente, aunque se presume que las condiciones de la vía y el estado del material rodante pudieron influir. La Empresa de Ferrocarriles ha iniciado una evaluación técnica para determinar medidas correctivas y evitar que hechos similares se repitan.

"La seguridad del transporte ferroviario es una prioridad nacional y este evento pone de manifiesto la necesidad de continuar invirtiendo en infraestructura y modernización", apuntó una fuente vinculada al Ministerio del Transporte.

El restablecimiento progresivo de la circulación en esta importante arteria ferroviaria representa un paso esencial para recuperar la normalidad del servicio y minimizar los retrasos en las rutas de pasajeros y carga. La línea central conecta regiones claves del país y su interrupción impacta directamente en la movilidad y logística nacional.

Comentarios ciudadanos en redes sociales agradecen la rápida respuesta, pero también exigen mayor inversión y modernización en el sistema ferroviario cubano, que en los últimos años ha mostrado signos de deterioro acumulado.

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