Un reportaje de El Nuevo Herald critica la postura de los funcionarios republicanos que se han negado a apoyar la reunificación familiar de cubanos.

“Rechazar la reunificación familiar con hipocresía y mala fe; cerrarle el paso a los músicos de la isla como si el gobierno local no tuviera nada mejor que dedicarse que a la censura; alimentar el regreso de un clima de intolerancia que parecía superado. Enclaustrarse en un círculo que se achica, pese a la algarabía del momento. Apostarlo todo a una carta, y que esa carta sea Trump”, señala el artículo.

Asimismo, se preguntó si “¿eso es lo que quieren los ciudadanos o solo un grupo de votantes?

¿Y los tan cacareados cambios demográficos? ¿Se reducen las nuevas generaciones de electores cubanos a seres que prefieren buscar la manera de adaptarse o esquivar una política antes de cambiarla, tal como ocurre en la isla?”.

“Sucede que en Miami dicha urbanidad se abandona cada vez más, y quienes están de turno en el ayuntamiento dan y quitan llaves, repudian cantantes y fabrican una resolución que solicita al Congreso federal el fin del “intercambio cultural”, mientras que en el condado Miami-Dade se rechaza otra, esta vez de apoyo a un proyecto de ley en el Congreso que restablecería el programa de reunificación familiar para los cubanos”, cuestiona.

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