Una cubana murió asesinada el domingo en la localidad de San Antonio de Río Blanco, un poblado de Jaruco, dentro de la provincia de Mayabeque, convirtiéndose en el que podría ser el feminicidio número 57 de este año en Cuba.

El agresor de Yanisleidy González Hernández, de 39 años de edad, fue su expareja, Yudier Llerena Arencibia, de 35 años, reportó la plataforma independiente El Vigía de Cuba.

La periodista Anette Espinosa señaló que el asesino presuntamente se habría quitado la vida luego del siniestro: “supuestamente, se quitó la vida poco después, porque algún vecino dice que una tercera persona salió de la casa embarrado de sangre, poco antes de que descubrieran los cadáveres”.

Yanisleidy González estaba separada de su victimario de hacía un tiempo. Una vez más el móvil de los celos fue utilizado para justificar el asesinato. Según reportes de vecinos y del mencionado sitio “Llerena Arencibia, a quien apodaban Yuya y era oriundo de Bainoa, tenía celos de su esposa, a quien conocían en el lugar como La Nana”.

A Yanisleidy le sobreviven tres hijos, una pequeña de alrededor de 4 años que también era hija del agresor y dos hijos mayores: una hija en Estados Unidos y un varón que en estos momentos va camino también a EEUU por la ruta de Nicaragua. Los hijos mayores no eran en común con Llerena Arencibia.

Según El Vigía de Cuba “la noticia de la muerte de Nana, que era administradora de la escuela primaria Pelayo Cuervo, conmocionó al pequeño poblado, donde era muy conocida, y muy querida”.

El registro de feminicidios en Cuba es efectuado por plataformas feministas independientes como YoSiTeCreo en Cuba o Alas Tensas, el gobierno de la isla mantiene silencio sobre estos actos de violencia machista y no apoya el desarrollo de una alerta de urgencia para notificar la desaparición de mujeres, ni la creación de refugios para víctimas, ni la documentación de hechos, algunos de los pedidos urgentes de las feministas cubanas.

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