Geandry Blanco, un joven repartidor del barrio habanero de Luyanó, regresó a su rutina laboral tras vivir uno de los episodios más difíciles de su vida: su desaparición en enero de 2025. Luego de varios días sin conocerse su paradero, fue hallado deshidratado y en estado de confusión en el municipio Diez de Octubre.

La desaparición estuvo relacionada con una estafa que sufrió tras intentar adquirir Moneda Libremente Convertible (MLC), lo cual lo dejó no solo sin dinero, sino también profundamente afectado a nivel emocional.

Hoy, meses después, Geandry ha decidido no rendirse. Ha vuelto a ofrecer sus servicios como mensajero con renovada determinación y una actitud que conmueve a muchos. En una publicación reciente en el grupo de Facebook “Revolico La Habana”, el joven dejó un mensaje claro: “Soy mensajero, ya estoy en algunos grupos y en la agencia de Mandao. Busco negocios que necesiten mis servicios. Trabajo también de noche y bajo lluvia”. Esta declaración no solo resume su disposición, sino también su firme voluntad de reconstruir su vida laboral con responsabilidad y empeño.

Una historia de perseverancia en medio de la adversidad: “A algunos seguro les suena mi cara: soy el que estuvo desaparecido a finales de enero. He seguido para alante”, escribió Geandry, como quien necesita dejar atrás el dolor sin ignorarlo. Su historia ha generado empatía inmediata en la comunidad digital cubana, que no ha olvidado lo ocurrido y ahora lo ve como símbolo de superación.

Además de la mensajería, Geandry también ofrece servicios de publicación y venta. Su disposición es total: entrega a cualquier punto de La Habana e incluso extiende su alcance hasta Artemisa y Mayabeque. No pone límites a su jornada; trabaja bajo el sol, bajo la lluvia y también durante la noche, buscando clientes que valoren la seriedad y la entrega.

“He seguido para adelante. Espero sus mensajes”, concluye su publicación. No es solo una oferta de servicios: es el grito de alguien que decidió no ser vencido. En un país donde cada día implica una batalla contra la precariedad, la historia de Geandry Blanco no solo inspira, sino que recuerda cuán valiosa puede ser la voluntad cuando todo parece perdido. Él es hoy un ejemplo de lo que significa resistir y rehacerse con dignidad.

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