Un grupo multidisciplinario logró reparar un compresor y la máquina de hacer bolsas de refresco Coral en la unidad de Ciego de Ávila, tras lo cual espera cumplir su plan de producción para el actual mes que, es de 509 mil envases.

Tales cantidades representan casi el 90 por ciento de la capacidad de producción y se destinan a Comercio y la Gastronomía del territorio, incluidas las nuevas formas de gestión, explicó a la prensa oficialista Carlos Rafael Entensa Williams, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Refrescos Coral, perteneciente a la Empresa de Bebidas y Refrescos de Ciego de Ávila.

Las reparaciones estuvieron a cargo del Proyecto de Desarrollo Local Servtes-Desarrollo, cuyos integrantes recuperaron un compresor marca Kaeser que se encontraba fuera de servicios en la fábrica ubicada en Morón.

Según explicó Alberto Gómez Abreu, ingeniero en automática al frente de Servtes-Desarrollo, después de aplicar una ingeniería inversa al circuito eléctrico del compresor, detectaron que la causa de la parada se debió a la rotura de la sonda de temperatura para la cual no hay repuestos en Cuba.

Como alternativa, adaptaron una tecnología similar que se emplea en los equipos de clima central. Asimismo, en la fábrica instalada en el municipio cabecera, hallaron unos cables de alimentación de fuerzas derretidos y pegados a otros similares conectados al controlador, del equipo de hacer bolsas para el envase del refresco.

El Proyecto antes había recuperado también cinco lavadoras y secadoras del hospital provincial “Roberto Rodríguez” en Morón, que estaban en el camino de baja técnica. El Ministerio de Salud Pública solicitó a Servtes-Desarrollo su apoyo en los hospitales de las provincias vecinas y en donde hiciera falta, para devolver el valor de uso al equipamiento y a la vez sustituir importaciones.

En redes sociales, Servtes-Desarrollo se identifica como “un grupo multidisciplinario especializado en las materias de Automática, Electrónica, Eléctrica, Mecánica, Informática, Refrigeración y Energía”.

Reportes de años anteriores exponían la escasez del refresco Coral en el país, un producto que muchos cubanos adquieren porque se vende en moneda nacional y a un precio notablemente más bajo que sus similares en el paupérrimo mercado del país.

En 2020, a las puertas de las severas afectaciones por la pandemia del coronavirus, una cubana denunció que las bolsas de la referida marca de refresco se estaban utilizando para envasar leche en polvo.

No obstante, el refresco Coral no ha sido el único ausente de los mercados en la actual crisis. En enero trascendió que la fábrica Los Portales, donde se elaboran las bebidas gaseadas más conocidas de producción nacional, presentaba desde 2018 un déficit de materias primas básicas para la elaboración de los envases, afectándose las redes de venta en moneda nacional, y en Moneda Libremente Convertible (MLC).

De igual modo, este año Cubacafé informó de un retraso en la importación del envase para el café ¡Hola! que distribuyen de modo normado por la libreta de abastecimiento. Ante la situación, decidieron, para no retardar más la venta a la población, sacar el producto en envases sin litografiar.

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