El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró casi 700 “protestas públicas” ocurridas en la isla solo en el mes de diciembre, de las cuales, 418 (60,4 %) fueron originadas por demandas de derechos económicos y sociales.

La cifra supera por más de un centenar a las reportadas por la misma organización independiente para el mes de octubre (589). En total, el OCC contabilizó 692 manifestaciones en diciembre de 2022, 366 no previstas y 326 como parte de campañas organizadas permanentes.

Según un informe del OCC publicado este lunes, el año recién concluido cierra con un total de 3 923 protestas públicas, que supera las 3300 registradas en 2021, marcado por las manifestaciones antigubernamentales del 11 de julio.

El informe atribuyó 52 de las protestas a “la creciente inseguridad; la mala gestión del gobierno, 66 al “pésimo estado de los servicios públicos de electricidad, agua, salud, vivienda, salubridad y transporte”, 50 a “la escasez, altos precios provocados por la inflación y otras afectaciones a la economía popular”.

De las protestas,132 fueron relacionadas con otros motivos como la represión. “Mientras entraba en vigor en el último mes del año un Código Penal cuya severidad y amplitud debía asfixiar las protestas en la isla, los cubanos continuaron protestando contra las calamidades causadas por un sistema que solo es eficiente en materia de represión, propaganda y diplomacia, las que se han visto empeoradas en los últimos años por una crisis que bien podría llamarse Período Especial 2.0”, señala el informe.

Entre las vinculadas con la represión, resaltaron las denuncias de familiares de presos políticos por torturas y tratos crueles a los encarcelados, citando golpizas, asilamiento en celdas de castigo, prohibición de visitas familiares y llamadas telefónicas, falta de atención médica, agresiones por parte de presos comunes, traslados a pabellones que no correspondían, pésima comida, apertura de nuevos procesos y causas.

“No se reportaron en diciembre protestas callejeras, gracias a que el régimen, asistido por Rusia y Turquía, consiguió una remisión temporal de los largos apagones que colmaron la copa de la paciencia ciudadana desde mediados de julio hasta mediados de octubre, catalizando decenas de marchas y cacerolazos en los que se juntaron el malestar por los apagones y gritos de libertad”, describe.

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