Reconocimiento escolar y equidad en la graduación: ¿merecen todos los estudiantes ser aplaudidos por igual?
Redacción de CubitaNOW ~ martes 24 de junio de 2025

Una reciente publicación del comunicador cubano Yosmany Mayeta Labrada en Facebook ha reavivado una discusión tan antigua como los propios actos de graduación: ¿deben ser reconocidos todos los estudiantes por igual, o solo aquellos con los mejores resultados académicos?
El caso en cuestión ocurrió en la secundaria básica "José Rodríguez Limonta" en Santiago de Cuba, donde varios padres manifestaron su inconformidad con el hecho de que únicamente los alumnos con las notas más altas fueron reconocidos durante la ceremonia de fin de curso.
Según una de las quejas compartidas por Mayeta, “me parece injusto que en la graduación solo reconozcan a los que sacaron mejores notas cuando todos los que llegaron hasta aquí también lucharon y se esforzaron muchísimo. Cada estudiante, sin importar su promedio, merece ser celebrado por haber alcanzado la meta”. Este planteamiento provocó una ola de reacciones en los comentarios, donde la gran mayoría mostró una postura contraria.
Usuarios como Samira Morales señalaron que “eso ha sido así toda la vida”, destacando que el reconocimiento a los estudiantes con mejor rendimiento no implica menospreciar al resto, sino resaltar el mérito del esfuerzo adicional. Opiniones similares fueron expresadas por otros comentaristas como Grisell Ivette y Anabel Gondin, quienes ven en estos reconocimientos un incentivo válido para el esfuerzo académico.
"La competencia bien direccionada genera resultados", comentó Ilcy Mariño, mientras que Sheldon Elnuevo opinó que “reconocer a todos por igual aunque no se hayan destacado es una idea comunista que no funciona”. Estas palabras reflejan una visión en la que la meritocracia se presenta como un valor necesario para el progreso individual y social. Incluso se vincularon estas posturas con el contexto político, argumentando que la igualdad de reconocimiento puede llevar al conformismo.
No obstante, también hubo opiniones intermedias, como la de Grisell Ivette, quien afirmó que, aunque se debe felicitar a quienes se destacaron, no se debe “menospreciar” a quienes también llegaron a la meta. Este punto introduce un matiz importante: el reconocimiento individual no debería ir en detrimento del respeto colectivo.
"La discusión abierta evidencia una tensión entre dos formas de entender la educación: una centrada en la excelencia y otra más inclusiva y emocional, que valora el camino recorrido más allá del resultado final." Sea cual sea la postura, este caso muestra que el modo en que se celebran los logros estudiantiles continúa siendo un tema sensible, donde se cruzan expectativas, valores familiares y visiones del mundo.