La familia del joven recluta cubano Daniel Quesada Morales, reportado como desaparecido desde el pasado lunes 10 de noviembre, confirmó que el muchacho se encuentra sano y salvo tras varios días de intensa preocupación.

Daniel, de 19 años, salió de su hogar en El Diamante de Santa Rita, municipio Jiguaní (Granma), con destino a su unidad militar en Aguas Claras, Holguín, pero no llegó a tiempo, generando alarma entre sus familiares y la comunidad.

En un mensaje difundido por Mileika Milena Milán Almeida, cercana a la familia, se aclaró que Daniel no estaba huyendo del servicio militar, como se había especulado en redes sociales. La ausencia del joven respondió únicamente a una situación económica difícil: necesitaba reunir dinero para costear su viaje hacia la unidad. Por ello, acudió temporalmente a un familiar que estaba trabajando en la recolección de café, con la intención de ganar lo suficiente para poder trasladarse.

“La situación económica es un poco dura; su padre no contaba con los suficientes recursos”, explicó Mileika Milena. La vocera familiar insistió en que en el lugar donde Daniel trabajaba temporalmente no sabían que él estaba cumpliendo el servicio militar, ya que su presencia allí solo respondía a un acuerdo de trabajo para reunir dinero.

Ante esto, pidió a la comunidad evitar rumores y comentarios malintencionados: “El chico no estaba huyendo del servicio militar, simplemente no contaba con economía suficiente para llegar a dicha unidad”.

Durante los días de incertidumbre, la familia con la ayuda de la comunidad, difundió mensajes de auxilio en redes sociales, buscando apoyo ciudadano para dar con el paradero del joven. Mileika Milena subrayó que esta campaña no tenía carácter político, sino que se trataba de un pedido humanitario para localizar a Daniel.

La angustia que vivió la familia se extendió a todo el barrio, que se mantuvo pendiente de noticias sobre el recluta y orando por su bienestar.

Con la confirmación de que Daniel está fuera de peligro, la familia expresó un profundo agradecimiento a todos los que colaboraron, compartieron información, llamaron o enviaron mensajes solidarios. La vocera reiteró la importancia de comprender el caso como una muestra de las dificultades económicas que enfrentan muchos jóvenes cubanos.

La situación de Daniel Quesada Morales concluye de manera positiva, mostrando la solidaridad de la comunidad y la resiliencia de las familias ante la adversidad, mientras deja una reflexión sobre los retos económicos que enfrentan los jóvenes en Cuba.

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