Con la asistencia de varias personas, se realizó la víspera, en La Habana, el sepelio de Orlando Varga Bring, conductor del camión pipa de gas involucrado en la fuerte explosión del Hotel Saratoga que ocasionó decenas de muertes y de heridos el viernes.

De acuerdo con una publicación en redes sociales, Varga el era residente del municipio capitalino de la Lisa y en su despedida estuvieron presentes las autoridades locales de esa localidad. Varga falleció luego de que los escombros aplastaran la cabina del chofer, donde se encontraba.

El vehículo estuvo atrapado entre los restos del edificio hasta horas de la tarde del viernes, cuando lograron extraerlo. Las autoridades cubanas dijeron que las investigaciones preliminares concluyeron que la tragedia fue ocasionada por una fuga de gas, mientras el camión conducido por Varga daba servicio a la instalación.

El hotel se preparaba para su reapertura el próximo martes, 10 de mayo, luego de dos años sin brindar servicios. El gobierno cubano pretende superar los dos millones y medio de turistas este año, pese a la caída del mercado ruso debido a la guerra en Ucrania iniciada por el presidente Vladimir Putin.

Juan Carlos García Granda, ministro de Turismo en la isla, declaró a la prensa que no creía que los trágicos sucesos del viernes tuvieran repercusión en la industria turística. La Empresa Cubana de Gas aseguró que aún se desconocen las causas de la explosión en el hotel, defendiendo la calidad de su personal.

“El carro cisterna de gas licuado ofrecía un servicio habitual con personal de experiencia”, dijo la entidad. La pipa transportaba unos 12,300 litros de gas, pero ya había realizado una entrega anterior sin inconvenientes.

“En el momento y lugar de la explosión, se encontraba en posición de descarga, el camión cisterna con gas licuado, matrícula B187578, destinado a serviciar ese producto según solicitud del hotel, este equipo que se encontraba en condiciones técnicas para operar”, comunicó la empresa estatal Unión Cuba-Petróleo (CUPET).

“Al conocer del accidente, de forma inmediata, la Unión Cuba-Petróleo (CUPET) creó una comisión investigadora para evaluar los sucesos y las causas del accidente”, subrayó. Recientemente, un profesor universitario cubano explicó en sus redes sociales por qué sospechaba que no había explotado el camión de gas, tras la fuga en el Hotel Saratoga, de La Habana.

Según expuso, “un escape de gas GLP (mezcla de butano y propano) en algún punto entre la línea de abastecimiento (manguera) o la fuente receptora (la bala de gas del hotel). El gas comenzó a escapar y se concentró en el volumen interior de la edificación, alcanzando valores entre los LCI (límites de inflamabilidad). Algo que para el GLP no necesita mucho volumen. Además, estos hoteles con muchos locales cerrados son sitios ideales para esas concentraciones”.

“Alguna fuente de ignición, que puede ser desde un interruptor de la luz hasta el relay de un refrigerador, o simplemente una fuente incandescente como un cigarro o fósforo, fue suficiente para que la masa de gas acumulada en el hotel llegará a deflagrar. Lo hace de pronto, en un instante, se enciende y se consume, pero ni deja grandes incendios tras sí ni grandes llamaradas que se mantengan, porque el gas acumulado se consume y quema”, dijo.

El sábado también se despidió a un padre y su hijo de 10 años residentes en Holguín, que murieron debido a la explosión del hotel. Las labores de rescate continúan entre los escombros. Las autoridades cubanas oficialmente han reportado 32 fallecidos a causa del siniestro, entre ellos, una embarazada y cuatro menores. 

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