Después de varias semanas fuera del aire, el reconocido presentador Raúl de Molina ha reaparecido públicamente para compartir con su audiencia los motivos de su ausencia en el programa El Gordo y La Flaca. Desde su hogar, el conductor ofreció detalles sobre la intervención quirúrgica a la que se sometió el pasado 30 de mayo: una abdominoplastia.

Este procedimiento estético, orientado a remover el exceso de piel y grasa acumulada en el abdomen, supuso para De Molina la extracción de más de 15 libras, un paso significativo en su transformación física tras años lidiando con el sobrepeso.

La operación fue realizada por el cirujano plástico y reconstructivo Dr. Sean Simon, quien indicó que Raúl era “un candidato especial para este tipo de cirugía debido a su historial de obesidad”. A pesar de haber perdido cerca de 99 libras en los últimos años gracias a una combinación de dieta, ejercicio y tratamiento médico, el presentador aún mantenía un exceso de tejido abdominal imposible de eliminar por medios naturales.

“El peso que se le extrajo fue de 15.4 libras, algo equivalente a caminar todos los días con una mancuerna de ese tamaño colgando del abdomen”, explicó el Dr. Simon. Esta carga, según detalló, no solo era una cuestión de apariencia física, sino un factor que comprometía la movilidad y el bienestar general del presentador.

La intervención quirúrgica, que se extendió por aproximadamente dos horas, transcurrió sin complicaciones graves. Sin embargo, el proceso postoperatorio no estuvo exento de dificultades. Diez días después de la cirugía, la herida presentó una apertura parcial que obligó a una nueva intervención para evitar infecciones y garantizar una correcta cicatrización.

El Dr. Simon señaló que una de las complicaciones más frecuentes en este tipo de procedimientos es la acumulación de líquido bajo la piel, así como la posibilidad de desarrollar cicatrices internas. Aseguró que el índice general de riesgo ronda el 10%, por lo que la atención médica continua tras la operación es fundamental.

Por su parte, Raúl reconoció que la recuperación ha sido un proceso demandante, pero se mostró optimista. Agradeció especialmente a su esposa Mily, quien ha estado a su lado las 24 horas, cuidando cada detalle de su evolución.

Asimismo, aprovechó su testimonio para enviar un mensaje esperanzador a quienes luchan con problemas de salud relacionados con el sobrepeso. Subrayó que su decisión fue impulsada tanto por motivos estéticos como médicos, y aunque aún no ha regresado al set, confía en reincorporarse al programa en las próximas semanas.

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