“¡Queremos luz!”... Cojímar obliga al régimen a devolver la electricidad
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 18 de septiembre de 2025

La paciencia se agotó en Cojímar. Después de más de 20 horas sin electricidad, los vecinos del municipio Habana del Este decidieron tomar las calles en una protesta espontánea que encendió las redes sociales y, finalmente, obligó al régimen a restablecer parcialmente el servicio eléctrico.
Al grito de “¡Queremos luz!” y con el estruendo de cazuelas, los residentes expresaron su cansancio ante una crisis energética que no da tregua. La protesta comenzó en horas de la noche, luego de que repartos como Bahía y el casco histórico de Cojímar quedaran a oscuras durante casi un día entero, recibiendo apenas cuatro horas de electricidad.
Los videos y fotos compartidos en redes mostraron a ciudadanos decididos a no quedarse callados. Algunos advirtieron que, si no se restablecía el servicio, seguirían en las calles...¡Y cumplieron!
“Ya es demasiado el abuso con los cubanos y con el pueblo de Cojímar”, denunció una vecina, reflejando el sentir generalizado en toda la zona. Otra residente escribió que “la noche prometía”, anunciando la tensión creciente en el barrio.
Apenas una hora después del inicio de la protesta, la electricidad regresó parcialmente. Para muchos vecinos, no quedó duda: fue la presión popular la que forzó la respuesta del régimen. Esta vez, no hubo arrestos ni represión. Pero la protesta dejó claro que la inconformidad sigue en aumento.
Este episodio no es aislado. En los últimos días, manifestaciones similares ocurrieron en El Cerro (La Habana) y Gibara (Holguín). Cacerolazos, marchas nocturnas y gritos de “¡Queremos corriente!” se han convertido en el eco de un país que ya no tolera la oscuridad ni el silencio impuesto.
La causa de fondo sigue siendo el colapso del Sistema Eléctrico Nacional, con un déficit cercano a los 2 mil MW. Fallos técnicos, unidades en mantenimiento y escasez de combustible son las justificaciones oficiales. Pero para el pueblo cubano, las excusas no iluminan sus hogares ni enfrían sus neveras.
La protesta de Cojímar es una señal: la gente ha perdido el miedo. En medio del apagón, se encendió algo más poderoso que la corriente: la voz de un pueblo cansado que empieza a despertar.