Guantánamo despide el 2025 entre discursos de resistencia, consignas repetidas y la insistente promesa de que el próximo año será mejor. El Primer Secretario del Partido en el territorio, Yoel Pérez García, envió un mensaje oficial al cierre del año donde reconoció, casi de forma obligada, que los últimos doce meses fueron extraordinariamente complejos para la provincia.

Mencionó los fenómenos naturales, la escasez generalizada, la profunda crisis electroenergética y el endurecimiento del embargo estadounidense como los principales obstáculos que “azotaron” la vida cotidiana del pueblo. Sin embargo, desde su visión, nada pudo contra la capacidad de aguante de los guantanameros, quienes —según afirmó— demostraron una respuesta “resiliente, solidaria y unida” en defensa de la Revolución.

El dirigente aseguró que la voluntad popular “no se doblega” y que esa fortaleza será esencial para enfrentar lo que viene en el 2026, un año que describió como cargado de motivaciones históricas. Destacó, en especial, el homenaje por el centenario del nacimiento de Fidel Castro, que se convertirá, según dijo, en el mayor estímulo moral y político del territorio. También anunció que Guantánamo trabajará intensamente para intentar ganar la sede del Acto Nacional por el 26 de Julio, en el aniversario 73 del Asalto al Moncada, un objetivo que el Partido considera estratégico y simbólico para medir “entrega y compromiso”.

El llamado más fuerte del Primer Secretario fue a la participación activa de la población. Insistió en que elevar la calidad de vida depende del esfuerzo colectivo y que solo desde la disciplina, la unidad y la confianza se podrán alcanzar las metas que se ha propuesto el territorio. En su mensaje final, apeló al optimismo, a pesar de que la realidad material del guantanamero promedio sigue marcada por la falta de alimentos, las colas interminables, la inestabilidad eléctrica y la incertidumbre económica.

Aun así, Pérez García reiteró que “juntos podemos más” y pidió al pueblo mantener la confianza en las estructuras de dirección. Extendió felicitaciones por las fiestas de fin de año y deseó prosperidad a todas las familias para el 2026, un año que vuelve a presentarse como una promesa repetida, sostenida más por la esperanza que por los resultados visibles. Mientras tanto, Guantánamo cierra un calendario duro, donde las palabras oficiales buscan insuflar ánimo a una población que conoce de sobra lo que significa resistir.

Fuente: Plácido Ferreiro Romero

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