Parecería una broma de mal gusto pero el Primer Ministro designado en Cuba, Manuel Marrero Cruz, salió con un más que cínico discurso en visita a Holguín. Marrero Cruz pidió a los dirigentes locales “ponerse en el lugar del pueblo”.

“El estrecho vínculo con el pueblo constituye la esencia del trabajo de los Consejos Provinciales… hay que ponerse en el lugar del pueblo. Sabemos que hay muchas demandas y solicitudes y que no siempre tenemos la capacidad y posibilidad de solucionarlas, pero no puede faltar la atención a las inquietudes”, declaró el Primer Ministro que no fue electo por nadie.

Las perlas de Manuel Marrero, no quedaron allí, en su intervención llamó a los dirigentes locales a “hacer recorridos y no evadir los lugares complicados, pues por ellos es por donde hay que pasar en realidad. Hay que eliminar la costumbre de llevar las visitas a lugares bonitos o que funcionan bien. No se debe pensar que en los lugares críticos las personas son conflictivas, sino presentarse para ayudarlos”, declaró.

Sobre el secretismo también se refirió declarando que “los medios de difusión territoriales deben divulgar los debates y acuerdos de los consejos”; aludiendo a que los miembros de esas estructuras de gobierno lo que hacen es “en nombre del pueblo”.  

Como si estuviera hablando con autómatas incapaces de tomar decisiones y debatir, Marrero explicó también que “los consejos provinciales, son el escenario donde los municipios, a través de los presidentes de las asambleas del Poder Popular y los intendentes son escuchados y que pueden compartir temas sin temor a discrepar cuando existan puntos de vista que no coincidan.

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