El preso político Yosvany Rosell García Caso cumple este 30 de noviembre 39 días en huelga de hambre, con un estado de salud considerado crítico y sin diagnóstico específico, según informó su familia.

La esposa del opositor explicó que el parte médico extendido a las 8:00 a.m. confirma la gravedad de la situación y mantiene la advertencia de riesgo para su vida. Durante la noche, García Caso tomó algo de agua y su orina presentó un color más claro, pero su condición sigue siendo extremadamente delicada. “Seguimos en cadena de oración por este padre”, expresó su esposa, subrayando que el prisionero permanece firme en su huelga.

García Caso fue condenado a 15 años de prisión por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021. Inició la huelga de hambre el 23 de octubre de 2025 en la prisión El Yayal, parte del complejo carcelario Cuba Sí en la provincia de Holguín. Recientemente, fue trasladado a la sala de terapia intermedia del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Iñíguez Landín, debido al deterioro de su estado de salud.

El opositor ha denunciado malos tratos, prolongados periodos en celdas de castigo y falta de atención médica adecuada durante su encarcelamiento. Mantiene la huelga como reclamo de libertad, en protesta por lo que considera un encarcelamiento injusto y por su derecho a ver crecer a sus tres hijos.

Organizaciones de derechos humanos dentro y fuera de Cuba han manifestado su preocupación por el deterioro físico del preso político y han solicitado a las autoridades garantizar su integridad y atención médica inmediata.

El caso de García Caso se suma a la creciente preocupación internacional sobre la situación de los presos políticos en Cuba, especialmente aquellos que recurren a huelgas de hambre como forma de protesta ante lo que consideran injusticias y violaciones de sus derechos.

A pesar de su estado crítico, la familia asegura que García Caso no ha cesado en su decisión y continúa firme en la lucha por sus derechos y los de su familia. El seguimiento de su situación médica permanece en manos de personal del hospital, mientras organizaciones y activistas llaman a la comunidad internacional a vigilar su condición y exigir medidas que eviten un desenlace fatal.

Hasta el momento, las autoridades cubanas no han emitido declaraciones sobre su estado actual, y la atención médica sigue siendo un punto de gran preocupación para familiares y defensores de derechos humanos.

La huelga de hambre de Yosvany Rosell García Caso evidencia nuevamente las tensiones entre presos políticos y el sistema penitenciario en Cuba, así como la difícil situación de quienes recurren a estas medidas extremas para denunciar lo que consideran injusticias y exigir sus derechos fundamentales.

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