La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha desatado una oleada de críticas tras declarar que Cuba y Venezuela son «países progresistas», una afirmación que ha generado indignación en sectores que consideran a ambos regímenes como ejemplos de dictaduras responsables de pobreza extrema, represión y atraso.

Durante una conferencia matutina el pasado mes de diciembre, llevada a cabo en el Palacio Nacional de México, Sheinbaum se refirió al panorama político de América Latina, mencionando a varios países con gobiernos de izquierda, como Chile, Brasil y Honduras. Sin embargo, lo que más generó controversia fue su calificativo de «progresistas» para los regímenes de Cuba y Venezuela. «Son gobiernos progresistas que tenemos muchas cosas en común. Venezuela, que tiene su problemática que todos conocemos, y Cuba, evidentemente», señaló.

Las críticas no tardaron en llegar. Mariana Gómez del Campo, presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), calificó las declaraciones como un «completo desconocimiento» de la realidad de esos países. «En Cuba se vive bajo una dictadura que ya suma 65 años, un régimen que ha sumido a su pueblo en el atraso y la pobreza extrema, manteniéndose en el poder gracias a la represión», afirmó.

Por su parte, Emanuel Rincón, abogado y escritor venezolano, fue más allá y señaló que el término «progresista» es solo una máscara. «La realidad es que estos regímenes son la antítesis del progreso, responsables del hambre, la opresión y dictaduras que han devastado a sus pueblos», indicó.

En el caso de Cuba, el régimen liderado por el Partido Comunista ha mantenido un sistema que coarta las libertades fundamentales y criminaliza cualquier disidencia. Durante 65 años, los cubanos han enfrentado censura, persecución política y una economía en ruinas, agravada por la corrupción gubernamental y la falta de reformas reales.

Por otro lado, Venezuela, bajo el gobierno de Nicolás Maduro, ha sido escenario de una crisis humanitaria sin precedentes. Millones de venezolanos han huido del país buscando escapar de la pobreza extrema, la violencia y la escasez de alimentos y medicamentos. La represión estatal contra opositores y manifestantes ha dejado un rastro de víctimas y violaciones a los derechos humanos.

En México, las palabras de Sheinbaum también provocaron reacciones entre políticos y personalidades. América Rangel, diputada del PAN, señaló en Twitter: «Abiertamente Sheinbaum dice que México está en el mismo bloque ideológico que Cuba y Venezuela. No es que no se supiera, pero sorprende que lo reconozcan con tanto descaro».

La controversia pone de manifiesto las divisiones ideológicas en la región y la preocupación por el apoyo o simpatía hacia regímenes que, lejos de representar el progreso, han sumido a sus pueblos en la miseria y el atraso, perpetuando su poder mediante la represión sistemática.

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