Prensa oficialista cubana admite incremento en uso de drogas

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 29 de mayo de 2024

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En un artículo reciente del diario oficialista Granma, la doctora Esther Castillo Rodríguez, especialista en prevención del uso indebido de drogas, relata casos estremecedores que reflejan la creciente problemática de la drogadicción en Cuba. Uno de los relatos más impactantes describe a un joven que alternaba entre la marihuana y el crack, cuya adicción le causó una enfermedad cerebrovascular fatal.


La adicción a las drogas en Cuba es un fenómeno cada vez más complejo, con un aumento notable en los últimos cinco años y una disminución en la edad promedio de los consumidores, que ahora se sitúa entre los 13 y 14 años, según el doctor Alejandro García Galceran, director del Centro de Salud Mental de Centro Habana. A pesar de que Cuba no es un país productor de drogas, su ubicación geográfica la expone al tráfico de estupefacientes. El coronel Juan Carlos Poey Guerra, del Ministerio del Interior, menciona que drogas arrojadas al mar por traficantes internacionales a menudo llegan a las costas cubanas. Además, señala que existen cubanos en el exterior que intentan introducir drogas al país por vías marítimas y aéreas.


En el artículo se destaca que, a pesar de estos desafíos, el problema del consumo de drogas en Cuba está también vinculado a cultivos locales de marihuana, especialmente en provincias como Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Guantánamo y Las Tunas. Esta realidad pone en evidencia la incapacidad del régimen cubano para controlar el problema interno de drogas, a pesar de su retórica de tolerancia cero y su política preventiva y punitiva.


El ciclo de adicción, según García Galceran, comienza con la experimentación y progresa a un consumo ocasional, recreativo y habitual, hasta culminar en la dependencia. Este patrón es especialmente prevalente entre los adolescentes que buscan explorar o sentirse aceptados socialmente. Además, el policonsumo, o uso simultáneo de varias sustancias, y la aparición de nuevos químicos dificultan aún más el reconocimiento y tratamiento de las adicciones.


La doctora Castillo Rodríguez identifica factores culturales e individuales que predisponen al consumo de drogas, incluyendo antecedentes familiares de adicción y la falta de autoridad en la crianza. Esta falta de control y la permisividad del entorno familiar contribuyen significativamente al problema.


A pesar de la severidad de las sanciones contempladas en el Código Penal cubano, que oscilan entre los cuatro y los 30 años de privación de libertad, y en casos extremos, la pena de muerte, la implementación de estas leyes no ha logrado frenar el aumento del consumo de drogas. En 2023, 689 personas fueron penalizadas, con un 92% de penas privativas de libertad.


El artículo también aborda la perspectiva educativa, con el viceministro de Educación, Eugenio González Pérez, relacionando las adicciones con la pérdida de valores en una sociedad de consumo. A pesar de las estrategias y programas educativos vigentes, como la Resolución Ministerial 15 del 2019, el problema persiste y requiere un esfuerzo multisectorial y comunitario más robusto.


La ineficiencia del régimen para abordar el problema de las drogas, sumada a una política represiva y punitiva que no resuelve las causas subyacentes, refleja una falta de capacidad para proteger a su población. En lugar de enfocarse en soluciones reales y sostenibles, el gobierno cubano se refugia en una narrativa de resistencia y culpabilización externa que no alivia la crisis interna.


El artículo de Granma, aunque busca exponer los esfuerzos del gobierno cubano para combatir el problema de las drogas, también resalta las fallas y deficiencias de un sistema que no ha sabido adaptarse ni responder eficazmente a esta amenaza creciente.


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