“Preferimos morirnos que seguir en Cuba”: el relato estremecedor de 22 balseros llegados a Yucatán
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 31 de octubre de 2025
 
                           Veintidós cubanos desafiaron la muerte para escapar del hambre, la miseria y la falta de futuro en la Isla. Partieron el 23 de septiembre desde Matanzas en una embarcación rústica que ellos mismos construyeron, de noche, a escondidas, sabiendo que en Cuba fabricar una balsa es considerado un delito.
Su sueño era alcanzar territorio mexicano y, con suerte, seguir rumbo a Estados Unidos. Pero el viaje se convirtió en una pesadilla. Sin GPS, sin motor y con apenas provisiones, el grupo quedó a la deriva durante semanas en alta mar. “El bote se estaba hundiendo, entraba agua por todos lados. Nos turnábamos para sacarla con cubos”, contó Anabel, una de las sobrevivientes, al medio mexicano Proceso.
Durante ocho días no comieron y pasaron siete sin una gota de agua. Varios barcos pasaron cerca, pero ninguno se detuvo a ayudarlos. “Preferimos morirnos que seguir ahí”, dijo Néstor, otro de los balseros, quien confesó haber pasado las noches rezando a una pequeña virgen que llevaba consigo.
Cuando todo parecía perdido, unos pescadores mexicanos se acercaron y les ofrecieron agua y comida. “Si hubieran tardado una hora más, no estaríamos aquí”, recuerda Anabel entre lágrimas.
Finalmente, lograron llegar a Celestún, en Yucatán, el 16 de octubre. Allí, los vecinos del pueblo se solidarizaron con ellos. A pesar de la presencia policial, los habitantes los ayudaron a esconderse y protegerse. “Pensamos que eso solo pasaba en las películas. El pueblo de Celestún nos salvó”, dijo emocionado Lazarito, otro miembro del grupo.
Los migrantes, originarios de Matanzas, Guantánamo y La Habana, trabajaban en el campo y en oficios mal pagados. Ninguno veía esperanza de mejorar sus vidas en la Isla.
Ahora, la Arquidiócesis de Yucatán, a través de la Pastoral de Movilidad Humana, y la organización Asociación Alas, les brindan orientación y acompañamiento para tramitar refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
A pesar del trauma y las secuelas, los 22 balseros agradecen haber sobrevivido. “Salimos buscando libertad. Hoy solo queremos empezar de nuevo”, concluyó uno de ellos.
Fuente: Periódico Cubano
 
									    
									    
									    
									    
									    
									    
									    
									    
									    
									    
											    
											    
											    
											   