Precios por las nubes en Cuba: lo que hoy cuesta un almuerzo normal
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 11 de agosto de 2025

En Cuba, agosto de 2025 llega con una lista de precios que parece sacada de un mal sueño. La inflación ha convertido productos básicos en lujos, mientras los salarios y pensiones no alcanzan para cubrir ni lo más esencial.
El salario medio ronda los 6500 CUP y las pensiones apenas llegan a 2500 CUP, lo que significa que un jubilado podría gastar todo su ingreso en solo dos litros de aceite o unas dos libras y media de lomo de cerdo. En medio de apagones que superan las 16 horas en algunas zonas, la situación se agrava porque almacenar alimentos se vuelve casi imposible.
En el apartado de cárnicos, ejemplos como el lomo de cerdo a 1000 CUP la libra, la pierna de cerdo al mismo precio, el pollo que oscila entre 370 y 480 CUP la libra, o el jamón viking a 700 CUP, muestran lo difícil que resulta mantener una dieta proteica. Incluso opciones más “económicas” como el picadillo de pollo ya superan los 270 CUP por libra.
Las viandas, antes base de la alimentación cubana, tampoco ofrecen alivio. La yuca cuesta 30 CUP la libra, el boniato ronda entre 45 y 70 CUP y la calabaza fluctúa entre 25 y 80 CUP.
Verduras como el tomate, se mueven entre 130 y 300 CUP la libra; la cebolla en ristra llega a 600 CUP y la zanahoria puede alcanzar 700 CUP.
Las frutas reflejan otra cara de la crisis: un mamey puede costar hasta 350 CUP, el aguacate 100 CUP, el mango entre 10 y 70 CUP y la piña entera llega a 300 CUP. Incluso el plátano burro, antes abundante, puede costar entre 20 y 50 CUP la libra.
En los granos, que deberían ser una alternativa más estable, los precios también son altos. El arroz alcanza los 300 CUP la libra, los frijoles negros rondan los 300 CUP, y el maní sube hasta 550 CUP.
El sector lácteo es otro lujo: la leche en polvo cuesta 2000 CUP y el queso blanco 450 CUP la libra. Las grasas y aceites están en el centro de la polémica: un litro de aceite puede llegar a 1200 CUP.
Estos precios dibujan un panorama donde la dieta promedio se reduce a porciones mínimas y compras frecuentes para evitar que los alimentos se echen a perder. “La inflación en Cuba no solo vacía bolsillos, también vacía mesas y neveras”, y con los cortes de electricidad, comer bien se vuelve un desafío diario para millones de familias.