En el municipio de Mella, específicamente en la antigua región de Dos Caminos, hoy perteneciente al municipio de San Luis, en la provincia de Santiago de Cuba, los vecinos viven desde hace más de una semana bajo una amenaza constante: un poste eléctrico partido, con el tendido colgando a baja altura, que representa un riesgo inminente para la población y para los vehículos que transitan por la zona.

Según denunció el músico Saúl Manuel en su perfil público, el poste lleva más de una semana en peligro de desplome total, sin que las autoridades competentes hayan respondido ni tomado medidas para evitar un posible accidente. “No hay corriente, pero eso no quita el peligro.

En cualquier momento se cae y puede pasar una desgracia”, alertó un internauta, quien pidió a las instituciones de la provincia que intervengan “antes de que sea demasiado tarde”.

Los vecinos del poblado aseguran que han informado reiteradamente a la Empresa Eléctrica y a representantes del gobierno municipal, pero solo han recibido promesas sin cumplimiento.

Mientras tanto, el poste sigue sostenido precariamente, con los cables colgando sobre la vía y las viviendas cercanas.

“Cuando llueve o sopla un poco de viento, sentimos que se va a venir abajo. Nadie duerme tranquilo sabiendo que eso puede caer encima de alguien o provocar un incendio”, relató una vecina que prefirió no dar su nombre.

Además del peligro físico, los residentes enfrentan más de dos semanas sin electricidad, lo que agrava la situación de las familias que dependen de refrigeración para conservar alimentos y medicamentos. “No hay corriente ni respuesta”, lamentó otro poblador. Los cubanos de la parte mas oriental del país han tenido que cargar además con la triste situación del paso del huracán Melissa.

El caso refleja una situación común en muchas comunidades rurales de Cuba desde antes del paso del huracán, donde los daños en las redes eléctricas tardan semanas o meses en repararse, y la población queda expuesta a riesgos que podrían evitarse con una respuesta institucional más rápida y efectiva.

Mientras tanto, el llamado del músico Saúl Manuel se suma a la voz desesperada de un pueblo que solo pide atención y seguridad, antes de que un hecho lamentable obligue a las autoridades a actuar demasiado tarde.

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