“¿Por qué el régimen comunista de Cuba ha durado tanto tiempo?” — con esta pregunta, Orlando Gutiérrez, secretario nacional de la Asamblea de la Resistencia Cubana, encendió la sala durante la conferencia “Salvar a Cuba” en Miami. Su respuesta fue clara, directa y dolorosamente real: “Porque no ha habido una presión sostenida y efectiva, ni dentro ni fuera de la Isla, para terminarlo”.

La conferencia reunió a exiliados, activistas, líderes comunitarios y ciudadanos cubanos comprometidos con la causa de la libertad. No fue un simple evento político, fue un grito colectivo de hartazgo ante más de 60 años de represión, hambre y exilio forzado.

Gutiérrez denunció que el régimen ha sabido manipular tanto el miedo interno como la diplomacia externa.

“Han convertido la represión en política de Estado y la propaganda en su mayor exportación. Mientras el pueblo sufre, el mundo mira para otro lado”.

Uno de los momentos más impactantes fue cuando se expuso cómo, pese a las recientes protestas dentro de la Isla, la comunidad internacional —incluyendo muchos gobiernos democráticos— continúa apostando por una falsa apertura con el régimen, sin exigir condiciones claras de respeto a los derechos humanos.

La Asamblea de la Resistencia Cubana propone una estrategia clara: fortalecer a la oposición interna, generar presión diplomática real y no ceder ante narrativas de “cambios graduales” que solo perpetúan el sistema. “Salvar a Cuba no es solo liberar una isla, es liberar a millones de personas del miedo”, dijo Gutiérrez.

Esta intervención tocó fibras profundas entre los asistentes. Muchos recordaron a familiares presos, desaparecidos o muertos por oponerse a la dictadura. Las lágrimas, los aplausos y los gritos de ¡Libertad! resonaron más allá del auditorio.

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