Dictadura cubana reconoce que el plan para reimpulsar la economía fracasó a un año de su implementación
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 13 de diciembre de 2024
A un año de haber implementado su plan para corregir las distorsiones y reimpulsar la economía cubana, el régimen reconoce que no se han alcanzado los resultados esperados lo que constituye otro rotundo fracaso del comunismo tras 66 años de dictadura. El primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz presentó un informe durante el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el que admitió la insatisfacción del régimen ante la falta de avances significativos en la recuperación económica, "a pesar de las múltiples medidas adoptadas".
En su intervención, Marrero Cruz expresó que, aunque se lograron identificar y contener algunas distorsiones económicas, las acciones desarrolladas no han sido suficientes para generar los resultados necesarios en áreas clave como la estabilización macroeconómica, la reducción del déficit fiscal y el aumento de la producción nacional.
El primer ministro reconoció que, en términos generales, la economía cubana continúa enfrentando serias dificultades, exacerbadas por la crisis financiera global y las medidas de presión impuestas por el embargo estadounidense. El funcionario afirmó que, aunque se han tomado acciones en la política de precios, la reducción de subsidios y el control de la fiscalidad, las medidas implementadas han tenido un impacto limitado. "Tenemos la insatisfacción de que no se ha avanzado con la necesaria celeridad, sobre todo en aquellas cuestiones que más demanda la población"... ¿Avanzado con la necesaria celeridad?
El informe destacó que en el 2024, el país no ha logrado avanzar con la rapidez necesaria en áreas como la política fiscal, la producción nacional y el desarrollo de la empresa estatal socialista. La falta de insumos, combustibles y energía ha sido un obstáculo para la producción, mientras que los resultados de la zafra azucarera, clave para la economía, han sido particularmente decepcionantes. (Industria azucarera que destruyó totalmente el gran dictador en lustros pasados y que no han podido recuperar por ineptitudes y malos manejos)
Con todos estos desmanes, los gobernantes se atrevieron a volver a a culpar al "bloqueo económico" de Estados Unidos así como a la política de sanciones extranjeras y los efectos de la globalización del descalabro que enfrenta la nación, en particular en lo que respecta a la disponibilidad de recursos financieros y energéticos.
Entre las medidas que el gobierno propone para el próximo año están la necesidad de fortalecer la producción nacional, ampliar las ofertas de bienes y servicios estatales y seguir trabajando en la modernización del sistema empresarial cubano.
Además, se mencionó la importancia de mejorar la gestión económica y social en los municipios y de adoptar políticas más eficaces para reducir las desigualdades sociales y proteger a las personas más vulnerables; todas medidas que tampoco han resuelto el problema a lo largo de los años.
El reconocimiento de fracaso en el plan económico se produce en un contexto de creciente descontento social, en el que los cubanos siguen enfrentando escasez de productos básicos, inflación elevada y una falta de respuestas eficaces por parte del gobierno. La escasez de alimentos y medicinas, la falta de energía y las dificultades para acceder a bienes esenciales siguen siendo algunas de las mayores preocupaciones para la población.
Es un hecho: el plan económico del régimen cubano fracasó debido a la falta de avances significativos en la estabilización macroeconómica, la reducción del déficit fiscal y el aumento de la producción nacional.
El embargo estadounidense, señalado por el gobierno cubano como una de las principales causas de sus problemas económicos, es rechazado por muchos críticos que sostienen que las deficiencias estructurales del modelo socialista son el principal detonante de la crisis.
La producción nacional en Cuba enfrenta dificultades debido a la falta de insumos, combustibles y energía. Estos problemas han impedido que sectores clave como la zafra azucarera alcancen sus objetivos. Además, el control estatal y la burocracia han asfixiado la innovación y la eficiencia en la producción agrícola; esto es un hecho. No hay más evasiones.