Una violenta tragedia doméstica conmocionó a la comunidad de Lakeland, en el condado de Polk, Florida, luego de que una discusión aparentemente trivial derivara en un crimen fatal. Un hombre asesinó a su esposa, dejó gravemente herida a su hijastra adolescente y posteriormente se quitó la vida, dejando a dos menores huérfanos en plena temporada navideña.

El hecho ocurrió mientras la familia se encontraba en su vivienda viendo el partido de Monday Night Football entre los San Francisco 49ers y los Indianapolis Colts. Según informaron las autoridades y recogió el diario The New York Post, Jason Kenney, de 47 años, había estado consumiendo alcohol durante la noche. La discusión comenzó cuando su esposa, Crystal Kenney, de 38 años, le sugirió apagar el televisor o cambiar de canal.

De acuerdo con el sheriff del condado de Polk, Grady Judd, el intercambio verbal fue subiendo de tono hasta convertirse en una situación extremadamente peligrosa. En medio del conflicto, Crystal le pidió a su hijo de 12 años que corriera a la casa de un vecino para llamar al 911. Mientras el menor huía del lugar, escuchó un disparo.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda, encontraron a Crystal Kenney muerta en la sala, con una herida de bala en la cabeza. En el interior de la casa también hallaron a la hijastra de 13 años con impactos de bala en el rostro y el hombro. La adolescente fue trasladada de urgencia a un hospital, donde permanece en estado crítico pero estable.

Tras el ataque, Jason Kenney huyó en su camioneta. Poco después, llamó a su hermana, residente en Nueva York, y le confesó que había hecho “algo muy malo” y que no pensaba ir a prisión. Horas más tarde, la policía lo localizó escondido en un cobertizo de una propiedad familiar en Lake Wales. Cuando los agentes le ordenaron salir, se escuchó un disparo: Kenney se había suicidado.

Desde el hospital, la menor sobreviviente logró dar testimonio a los investigadores. “Le rogué que no me disparara, y aun así lo hizo”, relató, según informó el sheriff Judd, visiblemente afectado por el caso.

Las autoridades revelaron además que en el hogar existían antecedentes de graves tensiones familiares y abuso de sustancias. Durante la investigación, los agentes encontraron una nota escrita por Crystal en la que pedía a su esposo que buscara ayuda profesional. En el mensaje, la mujer denunciaba el consumo de alcohol y cocaína, y expresaba su angustia por el deterioro del ambiente familiar.

El hijo de 12 años y una bebé de un año, hija de la pareja, resultaron ilesos. Ambos menores quedaron bajo la custodia de sus abuelos. El impacto emocional sobre ellos será profundo, advirtieron las autoridades.

La escena del crimen reflejaba un contraste doloroso: la casa estaba decorada para la Navidad, con un árbol adornado y regalos listos para ser abiertos. “La familia quedó completamente destruida”, lamentó el sheriff Judd, subrayando el drama humano detrás de una discusión que terminó en una de las peores expresiones de la violencia doméstica.

Fuente: NBC News

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