Las autoridades de Pinar del Río anunciaron la suspensión del transporte público a partir de este sábado, una medida provocada por la escasez de combustible que enfrenta la provincia. Según el comunicado oficial, la paralización de los servicios de transporte continuará "hasta que las condiciones permitan el restablecimiento", sin una fecha clara para la reanudación. Esta situación agrava las dificultades de movilidad en una provincia que depende en gran medida del transporte público.

Además de la interrupción de los ómnibus urbanos e intermunicipales, también se suspendió el servicio de tren entre la cabecera provincial y La Habana, una ruta vital para muchos pinareños que trabajan en la capital cubana. Esto representa un fuerte golpe para los trabajadores y estudiantes que dependen del tren para desplazarse hacia la capital, dejando a muchos sin alternativas.

El servicio ferroviario entre Pinar del Río y Guane también se ha visto afectado, aunque se permitirá una salida excepcional el día 16 de septiembre para transportar a los estudiantes que regresan a la cabecera provincial. Sin embargo, no se ha aclarado si este transporte estará garantizado para otros usuarios que necesiten desplazarse en esa ruta.

Frente a esta debacle en el transporte, los únicos vehículos que continúan operando en la provincia son los triciclos eléctricos, una flotilla de 20 unidades introducida el pasado mes de junio por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila. Aunque el ministro calificó la incorporación de estos triciclos como una solución parcial ante la crisis, su funcionamiento depende de la ya inestable red eléctrica del país, lo que genera incertidumbre sobre su capacidad para cubrir las necesidades de la población en este contexto.

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