Toda las discusiones rondan este domingo sobre la recién concluida novela cubana El Rostro de los Días. Mientras unos hablan de la calidad del producto audiovisual, otros lo destruyen y un grupo más exige disculpas al noticiero por exponer una crítica que destruyó al serial.

El cubano Rafael Ricabal ha arremetido contra el comentario en una de las secciones del programa informativo:

1. ¿Será que el público o la teleaudiencia cubana no tiene la capacidad intelectual para percatarse qué sirve y qué no?

2. ¿Será que quien redactó la crítica solo ve la programación nocturna?

3. ¿qué opinión le merece al autor de la crítica otros productos como por ejemplo SOS Academia?

4. ¿Cuándo se refiere a investigación y superficialidad, el redactor habrá contrastado con el equipo de realizadores para comprobar lo que hicieron en su trabajo de mesa?

Otros cubanos piden discusiones con respeto, crítica constructiva:

“Las redes están caldeadas, se cruzan ataques a mansalva de un lado y de otro. En medio de ese fogueo se pierden matices, detalles, valores que son imprescindibles en los protocolos de la comunicación bien argumentada y respetuosa. Ejercitarnos en esa dinámica, encontrar el contexto más útil para ponerla en funcionamiento, es también parte de la crítica, del ejercicio sensato e impostergable de la crítica”, dijo al respecto el dramaturgo Norge Espinosa Mendoza, en una publicación que luego eliminó.

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