Los peloteros de Matanzas y Mayabeque, junto a sus cuerpos de dirección y al equipo de árbitros, quedaron varados frente al estadio "Victoria de Girón" tras concluir un doble juego, debido a la falta de combustible para los ómnibus encargados del traslado.

Según informaron varios de los presentes, los vehículos solo recibieron 30 litros de combustible para el recorrido inicial desde Varadero hacia Matanzas, lo cual resultó insuficiente para cubrir la distancia completa después de una jornada doble. Como consecuencia, jugadores, entrenadores, managers y árbitros permanecieron fuera del parque beisbolero sin una vía inmediata para regresar, a la espera de una solución que tardó en llegar.

La situación tomó por sorpresa a los miembros de ambos equipos, quienes esperaban que el regreso estuviera previsto al finalizar una extensa sesión en el terreno. Las imágenes compartidas mostraban a los atletas sin información clara, sin transporte disponible y bajo total dependencia de quienes debían garantizar la logística del viaje. El hecho vuelve a poner en evidencia las dificultades que se han presentado en varias provincias para asegurar combustible suficiente en los traslados de la Serie Nacional.

Este incidente se suma a otros acontecimientos recientes reportados en el entorno del béisbol cubano. Uno de ellos fue el robo registrado dentro del propio "Victoria de Girón", donde peloteros denunciaron la pérdida de pertenencias personales durante un encuentro. Hasta ahora, no se han dado explicaciones oficiales sobre cómo ocurrió el hecho ni si se han identificado a los responsables.

Otro suceso relevante ha sido la separación del director del equipo Santiago de Cuba, Eddy Cajigal, por repetir la utilización de un jugador impropio y costarle el triunfo a las avispas.

La combinación de estos eventos —el abandono de los peloteros y árbitros por falta de combustible, el robo en la instalación deportiva y la reciente expulsión de Cajigal— ha dejado una serie de preguntas sin respuesta.

En medio de la incertidumbre, lo ocurrido vuelve a llamar la atención sobre la organización y la seguridad en el principal torneo beisbolero del país.

Fuente: José M. Martínez

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