El joven pelotero cubano Yadier Batista abandonó la isla recientemente y se encuentra en República Dominicana, donde buscará firmar con una organización de MLB.

Batista es un pícher zurdo, de 18 años y nacido en la provincia de Ciego de Ávila, que puede lanzar entre 88-91 millas, pero con proyecciones de alcanzar mucho más, destaca el periodista deportivo Francys Romero en su blog este lunes.

Deja un desempeño notable en la categoría juvenil, pues, en el recién finalizado Campeonato Nacional Sub-23 fue noticia propinando un juego sin hit ni carreras. Su actuación fue el 6to no hitter en Nacionales Sub-23 desde los inicios de estos torneos en 2014. Batista tiró 7 innings, 4 ponches, 1 boleto y 1 pelotazo.

Terminó el Sub-23 con 1-2, 3.05 ERA, 18.1 innings, 20 ponches. El average del oponente fue de .203. El avileño mide 6´3 y pesa 180 libras actualmente, informa Romero, quien confirmó la salida del país del joven a través de varias fuentes.

Como sucede en los casos que se marchan por la vía de República Dominicana, Batista ahora cumplirá un proceso en que, primeramente, buscará perfeccionar sus herramientas y pulir todo su comando. La segunda parte es aplicar a la agencia libre y recibir el permiso de MLB para conseguir una firma profesional.

Romero, especializado en temas de beisbol, había colocado a Batista en su lista de los mejores 25 prospectos Sub-18 de Cuba en 2022. Según el reportero, el joven está proyectado para ser un pitcher de entre 94-95 millas, con perfil de abridor, comando y suficiente repertorio. “Su cuerpo aún posee mucho más espacio para el desarrollo de esas herramientas”, asegura el periodista.

De igual modo, su desempeño viene precedido por otras relevantes actuaciones en el beisbol cubano, pues en 2019 dejó marca de 5-0, 2.93 ERA, 46 innings y 52 ponches en el Nacional 15-16. En aquel entonces, fue uno de los 13 lanzadores del país que promediaron menos de 3 carreras limpias por juego.

El beisbol cubano vive una crisis sin precedentes, marcada por el deterioro de los torneos nacionales y el éxodo de talentos que buscan un espacio en las Grandes Ligas o simplemente abandonar la isla ante las difíciles circunstancias actuales. Varios peloteros incluso han realizado la peligrosa travesía migratoria a través de Nicaragua, rumbo a Estados Unidos. 

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