Santiago de Cuba enfrenta una grave emergencia tras el paso del huracán Melissa, y uno de los puntos más preocupantes se encuentra en el barrio El Tivolí, donde la histórica Iglesia de los Desamparados ha sufrido daños estructurales que ponen en riesgo la vida de sus vecinos.

Parte del muro perimetral del templo cedió, arrastrando piedras y tierra hacia las viviendas colindantes, dejando a varias familias en estado de alarma durante toda la noche. El temor se mantiene con el amanecer: el resto del muro podría derrumbarse en cualquier momento, y cada crujido de la estructura es un recordatorio de que la tragedia es posible si no se actúa de inmediato.

La Iglesia de los Desamparados no es solo un lugar de culto; es un símbolo histórico y cultural de Santiago de Cuba. Construida hace siglos, ha sido testigo de generaciones de santiagueros, eventos comunitarios y festividades religiosas que marcaron la identidad del barrio El Tivolí. Su muro, más que un límite físico, representa la memoria colectiva y la resistencia de la comunidad frente al paso del tiempo y los fenómenos naturales. La pérdida de esta estructura no solo sería un daño material, sino también una herida profunda para la historia y la identidad cultural de la ciudad.

Los vecinos que viven pegados al muro son familias humildes, con niños y personas mayores, que ahora enfrentan un riesgo silencioso pero inminente. A pesar de la gravedad de la situación, hasta el momento no se ha reportado intervención oficial para asegurar la zona ni para evacuar o proteger a los residentes. La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades municipales y provinciales para actuar de manera inmediata, evitando así una tragedia que podría haberse prevenido.

La situación evidencia la vulnerabilidad de patrimonios históricos ante fenómenos naturales, y cómo la preservación del patrimonio y la seguridad ciudadana deben ir de la mano. La Iglesia de los Desamparados y su entorno representan siglos de historia santiaguera, y su cuidado es crucial no solo para proteger vidas, sino también para conservar la memoria de un barrio que sigue siendo un pilar cultural de la ciudad. La acción rápida y coordinada puede marcar la diferencia entre la pérdida y la preservación de un símbolo histórico invaluable.

Fuente: Yomany Mayeta

Recomendado para ti