El número de familias y niños migrantes que están ingresando a Estados Unidos desde México es tan alto que la Patrulla Fronteriza se ha visto en la obligación de dejar en libertad a algunos de ellos en lugar de transferirlos a la agencia responsable de su liberación.

Precisamente por esto, los gobiernos locales han tenido que ocuparse de ayudar a coordinar su albergue, comida y transporte. “Necesitamos trabajar hacia una limpieza completa”, manifestó Richard Hudson, subjefe de operaciones de la Patrulla Fronteriza.

En una carta obtenida por The Associated Press que fue enviada a los jefes de sector el jueves, el funcionario agregó que “este debería ser nuestro ritmo diario de batalla”, destacó Telemundo 48.

“Los agentes seguirán realizando revisiones médicas y de antecedentes penales, pero la decisión significa que miles de familias serán puestas en libertad sin pasar por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que se encarga de los casos de deportación”, aseguró el citado medio.

Los sectores de Del Río y del Valle del Río Grande, en Texas, y el de Yuma, Arizona, ya habían dicho que los agentes comenzarían a dejar ir a las familias en libertad bajo palabra.

“Un agente de la Patrulla Fronteriza que no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el asunto dijo el miércoles que las ciudades de El Paso y San Diego planeaban hacer lo mismo. Algunos sectores no formaban parte del cambio, incluido el de Tucson, Arizona, y el de El Centro, California”, argumentó.

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