El Papa Francisco dijo recientemente en una entrevista televisiva que quiere mucho a Cuba y que tiene una “relación humana” con Raúl Castro.

En entrevista con las periodistas mexicanas María Antonieta Collins y Valentina Alazraki por el canal de streaming ViX, de Noticias Univision 24/7, el Sumo Pontífice habló de Cuba, del 11j, dela guerra e incluso de los rumores de su retiro.

Francisco fue consultado al cumplirse un año de las protestas antigubernamentales en la isla y señaló:

“Yo quiero mucho al pueblo cubano. Tuve buenas relaciones humanas con gente cubana y también lo confieso: con Raúl Castro tengo una relación humana. Yo me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con los Estados Unidos que el presidente Obama lo quiso en su momento, y Raúl Castro lo aceptó y fue un buen paso adelante pero que se detuvo ahora”, confesó.

El jefe de la Iglesia Católica ratificó lo que ya se conoce, que el gobierno de Cuba y la administración de Joe Biden, están nuevamente en diálogos.

“En estos momentos se están haciendo diálogos de sondeo para acortar distancia. Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande, yo me siento muy cercano, incluso a los obispos cubanos”, agregó.

El Papa habló también sobre los rumores y los medios de prensa que lo han catalogado de comunista.

“Ciertos grupos de medios de comunicación muy ideologizados que se dedican a ideologizar la postura de los otros. A veces no saben distinguir lo que es el comunismo de lo que es el nazismo, de lo que es el populismo, de lo que es un popularismo. Cuando me acusan de comunismo digo: ‘Qué trasnochado está esto’. Esas acusaciones ya pasaron, las veo como trasnochadas. La hacen pequeños grupos ideologizados”, señaló.

En el transcurso de su entrevista habló de los peligros de una Tercera Guerra Mundial asegurando que los seres humanos “hemos perdido la conciencia de la guerra”.

“Hace años que estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial a pedacitos, en capítulos, con guerras en todas partes, aunque la guerra en Ucrania nos toque más de cerca”, dijo argumentando su posición recordando el drama en Yemen y Siria.

El Papa se refirió a la invasión de Ucrania y dijo que prefiere hablar de las “víctimas antes que de los victimarios… del país que es agredido”. Además, sonrió cuando le recordaron comentarios insidiosos donde se le acusa de ser “filoruso”.

 “Me río. La capacidad de opinar de la gente no tiene límite” y muchas de las opiniones se construyen a golpe del último Twitter, advirtió.

En referencia a los rumores sobre su salud y una posible renuncia, negó categóricamente: “No tengo ninguna intención de renunciar. Por el momento, no”, destacó aunque reconoció que siempre ha pensado que su tiempo dirigiendo la Iglesia sería corto aunque ya han pasado nueve años.

El papa contó que aunque se siente un poco “disminuido” y con dolor en una rodilla pero que nunca ha pensado en renunciar. Pero detalló “si veo que no puedo, o hago daño o soy un estorbo” espero la “ayuda” para tomar la decisión de retirarme”.

Cuando eso ocurra, dijo que preferirá “ser considerado simple obispo emérito de Roma antes que papa emérito” y gastar las horas confesando a los fieles y en “la práctica de la caridad y visita a los enfermos”.

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