Lo que debía ser una celebración llena de alegría en Fort Lauderdale terminó en tragedia cuando Angel Nunes, de 37 años, murió al ser alcanzado por una bala perdida mientras compartía un momento especial con su pareja, Chris Dillon.

El incidente ocurrió en los primeros minutos del 1 de enero, cuando Nunes visitó inesperadamente a Dillon para asegurarse de que no recibiera el Año Nuevo en soledad. “Me dijo: ‘No quería que pasaras la Nochevieja solo’”, recordó Dillon, profundamente conmovido.

Mientras ambos se abrazaban en el patio trasero, un destello llamó la atención de Dillon, seguido por el colapso de Nunes. De inmediato, Dillon llamó a los servicios de emergencia, pero pese a sus esfuerzos, Nunes falleció poco después debido al impacto de la bala. Según las autoridades, el disparo habría provenido de un área cercana al río Middle, posiblemente como resultado de disparos celebratorios.

La muerte de Nunes deja un vacío profundo en su familia y amigos, quienes lo recuerdan como un padre amoroso y un hombre lleno de bondad. Su pareja lamenta que una práctica irresponsable haya apagado su vida de forma tan abrupta. "Disparar al aire por diversión no tiene lugar en una ciudad. Esto es imperdonable", expresó Dillon.

La práctica de disparar armas al aire durante celebraciones, aunque común en algunas áreas, es extremadamente peligrosa. Las balas que suben inevitablemente caen, y su impacto puede ser letal. Este trágico suceso pone de relieve la necesidad de mayor concienciación y regulación para prevenir tragedias similares.

La policía de Fort Lauderdale continúa investigando el caso, instando a cualquier testigo o persona con información a que se comunique con las autoridades. Mientras tanto, la comunidad lamenta la pérdida de Angel Nunes, un hombre cuya vida fue arrebatada de manera absurda e innecesaria.

Otra celebración familiar, en Miami-Dade, se convirtió en tragedia cuando una niña de 10 años, Yanelis Munguía, murió tras ser alcanzada por una bala perdida en la madrugada del 1 de enero de 2025.

El incidente ocurrió alrededor de la 1:30 a.m. en la cuadra 2100 de Northwest 27th Avenue. Según el informe policial, Yanelis estaba compartiendo con su familia cuando de repente se desplomó. Sus padres, al revisarla, descubrieron una herida en la parte posterior de su cabeza.

Desesperados, la colocaron en un automóvil y buscaron asistencia médica mientras llamaban al 911. Los paramédicos del Departamento de Bomberos de Hialeah la encontraron en Palm Avenue y West 3rd Street y la trasladaron al Centro de Trauma Ryder del Hospital Jackson Memorial, donde lamentablemente fue declarada muerta.

Según la investigación preliminar, se sospecha que Yanelis fue víctima de una bala perdida disparada al aire por una persona aún no identificada. Este tipo de actos irresponsables, que suelen ocurrir durante las celebraciones, han sido repetidamente advertidos por las autoridades debido a su peligro mortal.

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