GAESA y los millones ocultos: el oficialismo cubano reacciona tarde a las revelaciones sobre su imperio económico
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 20 de agosto de 2025

El silencio del oficialismo cubano frente al escándalo desatado por el Miami Herald sobre el capital de GAESA —el conglomerado empresarial controlado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias— ha durado semanas. Solo ahora, y con un retraso que resulta revelador, el periódico matancero Girón ha salido a intentar justificar lo que, a ojos de millones de cubanos, no admite explicación: el hallazgo de documentos filtrados que señalan que GAESA habría acumulado 18 mil millones de dólares en activos líquidos hasta 2023.
El Herald, a través de información obtenida de los propios archivos internos del conglomerado, reveló que GAESA poseería más dólares que países enteros como Panamá, Costa Rica o Uruguay. Para una nación hundida en apagones, escasez de medicinas y hambre cotidiana, la cifra desató indignación, pues confirma lo que durante años ha sido un secreto a voces: la riqueza que el castrismo y sus herederos han acumulado a costa del sacrificio del pueblo.
La reacción oficialista: minimizar y desviar
Ante la magnitud de la denuncia, Girón consultó al economista Joel Ernesto Marill Domenech, funcionario del Ministerio de Economía, quien aseguró que la cifra es “imposible” y producto de un “error de análisis”. Según su argumento, no existirían fuentes de divisas en Cuba capaces de generar tal volumen de ventas. Mencionó la caída del turismo, la fragilidad del comercio en divisas y el peso limitado de las remesas para desestimar el dato.
Sin embargo, la explicación peca de superficial. El oficialismo insiste en negar lo evidente: GAESA es un emporio que controla los sectores más lucrativos de la economía nacional —turismo, comercio minorista en divisas, puertos, zonas francas, telecomunicaciones e incluso bancos—. Durante décadas ha operado con total secretismo, sin auditorías independientes ni rendición de cuentas pública. Pretender que un conglomerado de semejante magnitud no puede acumular miles de millones resulta poco creíble.
El dinero que no se ve, pero se siente
Mientras los economistas del régimen se empeñan en presentar los números del Herald como un error contable, los cubanos de a pie enfrentan la realidad de neveras vacías y hospitales sin medicinas. ¿Cómo explicar que un grupo empresarial supuestamente en crisis siga levantando hoteles de lujo en La Habana o en Varadero, al tiempo que el país entero se apaga por falta de combustible?
El propio Herald subrayó la contradicción: si GAESA maneja cifras que superan las reservas de varios países de la región, ¿por qué Cuba no invierte en infraestructura básica ni en mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos? La respuesta, aunque el oficialismo la evada, apunta a lo que muchos denuncian desde hace años: corrupción, desvío de fondos y enriquecimiento ilícito de la élite militar.
Una justificación que llega demasiado tarde
El intento del diario Girón de desmontar las revelaciones no solo llega tarde, sino que además refuerza la percepción de que el régimen teme perder control sobre la narrativa. Durante semanas, la nota del Herald circuló en redes sociales, provocando un debate que el oficialismo prefirió ignorar hasta que el silencio se volvió insostenible.
En lugar de mostrar transparencia, el gobierno optó por el camino habitual: desacreditar al mensajero y presentar excusas técnicas. Pero el problema no es aritmético, sino político y ético. La pregunta que se hacen los cubanos no es si los 18 mil millones son exactos, sino cómo un conglomerado controlado por militares puede acumular riquezas millonarias mientras el pueblo sobrevive con hambre y apagones diarios.
Robar y acumular: la verdadera fórmula de GAESA
El castrismo ha tenido más de seis décadas para perfeccionar su maquinaria económica. A través de GAESA, ha centralizado el control de sectores clave, cerrando el acceso a la competencia privada y canalizando las divisas hacia los bolsillos de una cúpula cada vez más enriquecida. No se trata de un “error de análisis”, como sugiere el oficialismo, sino del resultado natural de un sistema basado en el saqueo.
Al final, el reconocimiento tardío de la prensa estatal no borra la mancha: el escándalo ya trascendió y ha puesto en evidencia la magnitud del botín militar. Si el régimen pretendía calmar las aguas con tecnicismos, consiguió el efecto contrario: los cubanos saben que la riqueza de GAESA existe, aunque la cifra exacta siga bajo llave.
Lo único que queda claro es que, en un país donde la gente hace colas interminables para comprar un pedazo de pollo, la justificación oficial de que 18 mil millones de dólares son “imposibles” resulta insultante. Porque lo imposible es que tras tanto tiempo robando y acumulando, el régimen pretenda aún convencer a su pueblo de que no tiene dinero.
