Un episodio de gran tensión se vivió en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) cuando una joven fue arrestada después de protagonizar una situación que alarmó a pasajeros y personal de seguridad.

La detenida fue identificada como Alvina Agba, de 23 años y de origen inglés, quien enfrenta cargos tras intentar llevarse a un niño de apenas 4 años en un confuso episodio ocurrido en el área de registro de la terminal aérea.

Según el informe de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade, la madre del menor esperaba en la fila mientras trataba de consolar a su hijo, que no paraba de llorar. En ese momento, Agba se acercó y, en apariencia con la intención de ayudar, se ofreció a cargar al pequeño para calmarlo.

Al principio, todo parecía un gesto de solidaridad. Sin embargo, la situación cambió cuando la joven se apartó con el niño en brazos y, al ser cuestionada, se negó a devolverlo. Testigos señalan que Agba llegó a sentarse en el piso, envolviendo al menor con brazos y piernas, mientras afirmaba de manera insistente: “Este es mi hijo”.

La madre intentó recuperar a su pequeño, pero la joven la empujó y se aferró aún más al niño. Los gritos de angustia de la madre y del menor llamaron de inmediato la atención de quienes se encontraban en el lugar.

En medio de la confusión, otra pasajera corrió hacia el sitio y logró arrebatar al niño de las manos de Agba, refugiándose con él detrás de un mostrador hasta que llegó la policía. El menor fue devuelto sano y salvo a su madre, aunque visiblemente afectado por lo ocurrido.

Al percatarse de que no podía retener al niño, Agba intentó huir, pero fue interceptada poco después en un punto de control dentro del aeropuerto. De acuerdo con los agentes, no mostraba signos de haber consumido drogas o alcohol. Durante su interrogatorio, declaró que había actuado porque “Dios se lo ordenó”, respuesta que dejó aún más desconcertadas a las autoridades.

La joven fue trasladada al Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde permanece detenida. Se le impuso una fianza de 3,500 dólares y enfrenta cargos por agresión e interferencia de custodia.

Las autoridades continúan con el proceso judicial, mientras la familia del niño intenta superar el difícil momento vivido.

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