Entre la noche del lunes y la madrugada del martes, múltiples localidades de Cuba vivieron una nueva ola de manifestaciones motivadas por los prolongados apagones y el deterioro de las condiciones de vida. Vecinos de varias zonas de La Habana y de provincias orientales salieron a las calles en una de las jornadas de protestas más extensas reportadas en los últimos meses.

En la capital, donde se concentraron la mayoría de los incidentes, residentes denunciaron apagones de más de 12 horas consecutivas. El hartazgo se tradujo en cacerolazos, cierres de calles y reclamos directos a las autoridades. En el municipio Diez de Octubre, las manifestaciones estuvieron acompañadas por el inusual repique de las campanas de la iglesia La Milagrosa. El periodista independiente Adelth Bonne, vecino de Santos Suárez, grabó un video en el que comentó: “Aquí no solo se están tocando los calderos, también la iglesia está tocando sus campanas después de más de 12 horas sin corriente”.

En otros barrios capitalinos, como Marianao, los vecinos bloquearon calles con calderos, basura y escombros para exigir el restablecimiento del servicio eléctrico. Videos difundidos en redes sociales muestran tensos enfrentamientos entre manifestantes y agentes policiales que intentaban dispersar los bloqueos.

A medida que crecían las concentraciones de personas, usuarios comenzaron a denunciar cortes de internet en las zonas de protesta, una práctica que se ha repetido durante episodios similares en la isla.

Frases como “Ni fin de año vamos a tener” se escuchaban en los videos compartidos por residentes frustrados ante la imposibilidad de mantener una mínima normalidad en sus hogares.

Las manifestaciones no se limitaron a La Habana. Martí Noticias confirmó protestas en las localidades de Cabacú y Jamal, en la provincia de Guantánamo, donde los apagones y la escasez también han afectado de forma severa a la población.

Cuba enfrenta actualmente una de las peores crisis socioeconómicas de las últimas décadas. Los apagones se han vuelto cotidianos por la falta de combustible y el deterioro del sistema eléctrico. A ello se suma la escasez de alimentos y productos básicos, además de un sistema sanitario colapsado por la circulación de varios virus respiratorios y la falta de insumos.

El Observatorio Cubano de Conflictos informó que noviembre cerró con 1.326 protestas en toda la isla, la cifra más alta registrada por esa organización desde que iniciaron su monitoreo. Según esta entidad, la tendencia al alza refleja que la capacidad del gobierno para contener el descontento se debilita a medida que la crisis se profundiza.

Fuente: Martí Noticias

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