El Consultorio No. 2 del Policlínico Frank País, ubicado en el Reparto Agüero de Santiago de Cuba, fue víctima nuevamente de un robo que deja en evidencia la creciente inseguridad en los centros de salud de la ciudad. Según vecinos de la zona, los delincuentes irrumpieron en la madrugada, rompieron el candado del local y se llevaron varios insumos médicos, entre ellos la pesa utilizada para medir el peso de los niños, pinzas de cura y otros materiales que aún están siendo inventariados, según información publicada por el periodista Yosmany Mayeta Labrada en su página de Facebook.

“El consultorio está destrozado, y lo poco que quedaba se lo están llevando poco a poco”, comentó una residente del área, reflejando la frustración de los vecinos ante la situación reiterada.

Este no es el primer incidente en esta unidad médica. Apenas hace unos días, los ladrones sustrajeron las tres puertas del consultorio, lo que evidencia que no existe un mecanismo de seguridad efectivo que proteja ni a los pacientes ni al personal de salud. La repetición de estos hechos muestra la vulnerabilidad de los servicios públicos y la falta de recursos para garantizar su resguardo.

Los centros de atención primaria, como este consultorio, cumplen un papel crucial en la salud de la comunidad, especialmente para los niños y personas mayores. La pérdida de instrumentos básicos no solo afecta la labor de los médicos y enfermeras, sino que también erosiona la confianza del pueblo en el sistema de salud. Cada robo representa un retroceso en la capacidad de brindar atención digna y oportuna.

El impacto va más allá de lo material: cuando se sustraen herramientas para la medición y el cuidado de los niños, se compromete la atención preventiva, el control de peso y el seguimiento de enfermedades comunes en la infancia. En un país donde los recursos médicos ya son limitados, estos actos delictivos agravan la crisis y colocan a los profesionales de la salud en una situación aún más precaria.

La falta de control y la insuficiencia de patrullas en zonas vulnerables incentiva a los delincuentes a atacar lugares donde saben que hay baja presencia policial. La situación en Santiago de Cuba refleja un problema más amplio de deterioro de servicios y orden público, que afecta directamente la vida cotidiana de los ciudadanos.

Mientras los robos continúan, los vecinos esperan soluciones urgentes que incluyan vigilancia constante, inventarios y reparación de daños, así como la recuperación de los insumos sustraídos. La protección de los consultorios de salud es clave no solo para el personal médico, sino para garantizar que los niños y la población en general puedan recibir atención en condiciones dignas y seguras.

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