El intelectual cubano José Raúl Gallego ha vuelto a encender las alarmas sobre el verdadero papel de la policía en la Isla, tras la tragedia ocurrida en la madrugada reciente, cuando un conductor recorrió dos municipios y atropelló a nueve personas en distintos puntos de la vía sin que ninguna patrulla lograra detenerlo a tiempo.

“Tuvo tiempo de recorrer dos municipios y atropellar, durante la madrugada que no suele haber mucha gente en la calle, a nueve personas en diferentes lugares sin que apareciera la policía para detenerlo”, denunció Gallego en su perfil de Facebook, subrayando que la ausencia de las autoridades contrasta con la rapidez con que actúan cuando se trata de acallar voces críticas.

El comunicador cuestionó con dureza la disparidad en las prioridades del Ministerio del Interior. “Ah, pero si una madre desesperada sale a la calle y se queja de los apagones, enseguida tiene una patrulla para llevársela detenida”, escribió, aludiendo a la realidad que viven decenas de cubanos que han sido reprimidos simplemente por expresar su descontento ante los cortes eléctricos y las carencias cotidianas.

Gallego sostiene que la misión real de la policía no es velar por la seguridad ciudadana, sino garantizar la permanencia en el poder de “un grupo minoritario y dictatorial”.

Para el académico, el atropello múltiple y la reacción tardía de las autoridades son un síntoma más de la descomposición institucional que sufre el país, donde la ciudadanía queda desprotegida mientras los recursos policiales se concentran en vigilar, intimidar y encarcelar a quienes se atreven a criticar al sistema.

Los comentarios del intelectual han generado eco entre cubanos dentro y fuera de la Isla, muchos de los cuales comparten la percepción de que la represión política se ha convertido en la verdadera prioridad del aparato policial, mientras la delincuencia, los accidentes de tránsito y la violencia cotidiana avanzan sin freno.

El silencio oficial frente a este atropello múltiple, sumado a la ausencia de un pronunciamiento claro de las autoridades, refuerza las denuncias de Gallego: la policía en Cuba parece más preocupada en sostener un orden político que en proteger la vida de sus ciudadanos.

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