Nuevas designaciones tras renuncias en el Consejo de Estado
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 18 de julio de 2024
Este miércoles, el régimen cubano eligió a nuevos miembros del Consejo de Estado tras la “renuncia” de cuatro funcionarios, un movimiento que refleja más un acto de control que un cambio genuino en la estructura de poder del país.
Según la titular del Consejo Electoral Nacional, Alina Balseiro, los parlamentarios votaron de manera casi unánime por los nuevos candidatos, seleccionados supuestamente por su “trayectoria y condiciones”. Sin embargo, este proceso parece ser otro espectáculo coreografiado por el régimen para mantener una apariencia de legitimidad y transparencia.
Antes del supuesto sufragio, Aylin Álvarez (electa en 2021), Julio Emilio Morejón (electo en 2023), Rafael Santiesteban (miembro desde 2014) y Angélica María Chorens Fernández (electa en 2023), presentaron su renuncia sin que se ofreciera una explicación clara sobre las razones de estas dimisiones.
El medio oficialista Granma, órgano de difusión del Partido Comunista, informó que estas renuncias se dieron tras “un proceso integral y objetivo”, una narrativa que pretende desviar la atención de la realidad: estos funcionarios “cedieron” sus puestos en favor de nuevos miembros designados por el régimen.
Los nuevos integrantes del Consejo de Estado son Meyvis Estévez Echavarría, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba; Ricardo Rodríguez González, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria; Félix Duarte Ortega, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños; y Reinier Guillén Otero, director general de Antillana de Acero. Estas designaciones, más que renovar la estructura del poder, consolidan aún más el control del Partido Comunista sobre las principales instituciones del país.
Este cambio de guardia en el Consejo de Estado se realizó durante la primera jornada del Tercer Período Ordinario de Sesiones del Parlamento, en su X Legislatura. Esta sesión, que se extenderá hasta el sábado próximo, comenzó con la elección y toma de posesión de los nuevos miembros del Consejo, cerrando así la primera parte de la agenda del Parlamento.
En días previos, los diputados discutieron en las 11 comisiones permanentes del Parlamento los principales problemas del país, centrándose en el desempeño económico y los programas sociales. Sin embargo, estas discusiones parecen ser más un ritual burocrático que un intento real de solucionar los problemas estructurales que enfrenta Cuba.
Este tipo de maniobras políticas reafirma la intención del régimen de mantener el control absoluto sobre el país, evitando cualquier cambio que pudiera poner en riesgo su poder. Para los cubanos, tanto dentro como fuera de la isla, estos eventos subrayan la necesidad de un cambio verdadero, que solo puede venir con la apertura democrática y el fin del control unipartidista.