Orlando Lago Portelles, un joven de 19 años, se quitó la vida en la Unidad Militar "25 Aniversario" del Consejo Popular "La Cuava" en la provincia de Holguín. Este trágico suceso no es un caso aislado.

En los últimos años, varios jóvenes cubanos han visto el Servicio Militar Obligatorio como una condena en lugar de un deber patriótico, con múltiples reportes de abusos, malos tratos y condiciones extremas dentro de estas instituciones.

Casos similares han estremecido al país como el de un joven recluta en Artemisa en agosto de 2023 que fue encontrado sin vida en circunstancias sospechosas dentro de su unidad; en 2022, en Camagüey, un soldado de 18 años se disparó con su arma reglamentaria tras meses de acoso y condiciones inhumanas.

En 2020, una denuncia anónima reportó la muerte de otro joven en Santiago de Cuba, presuntamente por suicidio, aunque su familia nunca recibió respuestas claras de las autoridades.

A esto hay que unir los bomberos de Matanzas, los reclutas de Melones y tantos y tantos ejemplos que abochornarían a militares dignos.

Y mientras el régimen castrista obliga a los jóvenes cubanos a cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, los hijos y nietos de los altos dirigentes disfrutan de estudios y lujos en Europa o en los Estados Unidos, lejos de las penurias que sufre el pueblo.

Para los padres y familiares de Orlando Lago, mis más sinceras condolencias.

¡Qué injusticia!

© LaTijera

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