Una pareja vivió momentos de terror cuando fue asaltada por dos hombres encapuchados en una carretera de Artemisa. Los delincuentes intentaron robar la moto eléctrica en la que viajaban, pero un valiente campesino, armado con un machete, intervino y evitó el robo.

El hecho ocurrió en plena tarde en la carretera que conecta la ciudad de Artemisa con el poblado de Lincoln, a solo 5 kilómetros de la cabecera municipal. Según relató la víctima, Iliana Domínguez, ella y su esposo se desplazaban tranquilamente en su motorina cuando fueron interceptados por dos sujetos con el rostro cubierto.

"Nos tiraron al piso y se abalanzaron sobre mi esposo para inmovilizarlo y llevarse la moto. En medio del forcejeo y de mis gritos desesperados, un campesino que estaba cortando yerba cerca de allí corrió a auxiliarnos", contó Domínguez al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa .

El campesino llevaba un machete, lo que intimidó a los asaltantes, quienes, al percatarse del arma, optaron por huir. "Cuando vieron el machete, salieron corriendo y se perdieron entre los matorrales", agregó la víctima.

Este incidente ha generado preocupación entre los residentes locales, ya que la inseguridad en las carreteras de Artemisa ha aumentado significativamente. La escalada de delitos en toda Cuba, donde los robos y asaltos violentos son cada vez más frecuentes, se ve agravada por la falta de una respuesta efectiva de las autoridades.

Muchos ciudadanos consideran que la policía no está actuando con la rapidez ni eficacia necesarias para contener la delincuencia.

Los expertos recomiendan medidas preventivas para proteger las motos eléctricas, como la instalación de alarmas, candados y sistemas GPS. Estas precauciones no solo disuaden a los ladrones, sino que también facilitan la recuperación del vehículo en caso de robo. Asimismo, se aconseja evitar estacionar en lugares poco seguros, especialmente de noche.

Las redes sociales han emergido como una herramienta clave para denunciar robos en Cuba, permitiendo a los ciudadanos compartir información rápidamente, publicar videos de cámaras de seguridad y coordinar esfuerzos para identificar a los delincuentes. Sin embargo, a pesar de algunos arrestos, muchos ladrones son liberados poco tiempo después, lo que alimenta la desconfianza de la población en el sistema judicial cubano.

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