Nueva crecida del río en Sagua de Tánamo obliga a evacuar zonas bajas mientras la población aún se recupera del huracán Melissa
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 12 de noviembre de 2025
Las intensas lluvias registradas en el municipio de Sagua de Tánamo, provincia de Holguín, provocaron una nueva crecida repentina del río, lo que obligó a las autoridades locales a emitir una alerta de evacuación inmediata para los residentes de las zonas bajas más vulnerables a las inundaciones.
De acuerdo con la información publicada por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, el nivel del río ha aumentado de forma alarmante, cubriendo áreas que suelen anegarse en cada crecida. Aunque hasta el momento la magnitud es menor que la registrada el pasado 28 de octubre, las autoridades activaron todos los mecanismos de emergencia para evitar una tragedia similar.
En el área de bombeo, los pozos de agua quedaron bajo las aguas y hasta una grúa de mantenimiento quedó atrapada en medio de la corriente, según reportes locales. La rápida intervención del Consejo de Defensa Municipal (CDM) ha sido clave para iniciar la evacuación de los residentes, especialmente en los sectores más expuestos.
Simultáneamente, en el municipio vecino de Moa, también en Holguín, se reportó la crecida del río Cabañas, lo que llevó al Vicepresidente del CDM, Alexei Martínez Mora, a coordinar junto a efectivos del Ministerio del Interior la evacuación del barrio ECRIN. Los vecinos fueron trasladados hacia el centro de protección del Preuniversitario Ñico López, como medida preventiva.
La nota de emergencia difundida para Sagua de Tánamo exhorta a los habitantes de las zonas bajas a auto-evacuarse con urgencia, ante el riesgo inminente de que el caudal del río siga creciendo en las próximas horas.
Esta nueva situación ocurre apenas dos semanas después de las devastadoras inundaciones causadas por el huracán Melissa, que dejaron severas afectaciones en toda la región oriental del país. En Sagua de Tánamo, la población aún no logra recuperarse de los daños materiales y la pérdida de viviendas ocasionados por aquel fenómeno, que anegó barrios enteros, destruyó infraestructuras y dejó a numerosas familias sin recursos básicos.
A pesar de los esfuerzos de recuperación, muchos residentes aún viven entre los escombros o en refugios improvisados, a la espera de asistencia estatal. La crecida actual amenaza con agravar la ya precaria situación humanitaria en la zona, donde las lluvias no han cesado y los servicios básicos, como el suministro de agua potable y electricidad, permanecen interrumpidos en varios puntos.
Las autoridades locales han pedido a la población mantener la calma y seguir las indicaciones de los organismos de defensa civil, mientras continúan los trabajos de monitoreo del cauce del río. Equipos de rescate permanecen en alerta para actuar ante cualquier emergencia durante la noche.
La reiteración de crecidas en tan corto tiempo evidencia la fragilidad del sistema de drenaje y la vulnerabilidad de las comunidades ribereñas, que cada temporada de lluvias enfrentan la amenaza constante de perderlo todo.