La situación en la Calle 7 de Bohorque, en Guantánamo, se ha convertido en una de las emergencias más graves que vive la región en los últimos años. Desde hace días, la crecida del Río Miel mantiene completamente inundada esta zona, afectando hogares, negocios y todas las rutas de acceso. Los residentes denuncian que, pese al peligro y la magnitud de los daños, no han recibido apoyo suficiente por parte de las autoridades locales.

Las fuertes lluvias de la última semana provocaron un desbordamiento sostenido del río, que ha alcanzado niveles no registrados recientemente. En varias partes de la Calle 7, el agua supera el metro de altura, arrastrando lodo, basura y escombros. Este escenario ha creado un ambiente insalubre que amenaza no solo las viviendas, sino también la salud de las familias.

Los testimonios de los vecinos reflejan la desesperación. Una de las residentes contó, mediante un video que circula en redes, que el agua entró con tanta fuerza que inundó por completo la planta baja de su casa. “Estamos viviendo en el techo mientras vemos cómo todo se ha perdido. Nadie ha venido a darnos una solución ni a ayudarnos a evacuar”, expresó. Otros vecinos aseguran que el olor de las aguas estancadas es insoportable y que el riesgo de enfermedades crece cada día.

El panorama se agrava porque el nivel del agua no ha descendido desde el pico registrado el pasado 12 de noviembre, cuando el caudal del Río Miel superó los 200 m³/s, según datos preliminares de especialistas locales.

Este fenómeno no solo demuestra la falta de infraestructura para manejar eventos climáticos extremos, sino también la fragilidad en la respuesta institucional ante emergencias.

Mientras tanto, las familias intentan proteger lo poco que les queda. Varias han colocado improvisadas barreras de madera, sacos de arena y plásticos para frenar el paso del agua, aunque sin grandes resultados. La comunidad, aislada en varios tramos, pide ayuda urgente para evacuar a las personas vulnerables, restablecer el acceso y comenzar la limpieza de la zona.

La Calle 7 de Bohorque es hoy un reflejo del abandono que sufren muchas comunidades cubanas cuando enfrentan desastres naturales. Los vecinos claman por visibilidad, apoyo real y una respuesta inmediata que evite que esta crisis se convierta en una tragedia mayor.

Del perfil de Lara Crofs

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