Niños entre basura y abandono; la Cuba que el régimen no muestra
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 4 de octubre de 2025

Las imágenes que circulan hoy del barrio Vélez en Pinar del Río son un reflejo doloroso de la realidad que viven miles de cubanos: calles llenas de basureros desbordados, aguas negras corriendo por avenidas y aceras destruidas, agujeros que dificultan el paso de peatones y vehículos y niños y ancianos rebuscando entre la basura para poder comer.
Lo que antes era un país limpio y ordenado se ha convertido en un escenario de miseria, insalubridad y peligro constante para sus habitantes.
Vecinos denuncian que estos microvertederos no solo están frente a escuelas primarias, consultorios médicos y parques, sino que crecen año tras año sin que nadie los recoja. Padres preocupados ven cómo sus hijos se exponen a enfermedades graves como leptospirosis, dengue o infecciones por chinches, mientras que ancianos y personas en situación vulnerable buscan algo para llevarse a la boca.
Lo más triste es que estas escenas no se limitan a Pinar del Río; muchas ciudades cubanas enfrentan la misma realidad de abandono total.
Los ciudadanos responsabilizan directamente al gobierno por no garantizar los servicios básicos, desde la recolección de basura hasta la protección de la salud pública. Sin camiones, recursos ni organización, los trabajadores comunales luchan sin medios para limpiar las calles, mientras el país se llena de focos de infección y de desesperanza.
Algunos vecinos recuerdan que, en el período especial, se recogía la basura incluso con carros de caballos, y sugieren que soluciones similares podrían generar empleo y devolver cierto orden a las ciudades.
El abandono social y económico ha creado un círculo de pobreza y riesgo sanitario: calles sucias, basureros visibles y proliferación de enfermedades. Los cubanos reclaman un cambio urgente, no solo para preservar su salud, sino para proteger la dignidad de los más vulnerables. Mientras tanto, la frustración crece y la tristeza se refleja en los rostros de quienes aún recuerdan la Cuba limpia y ordenada de antes.
Cuba duele y quienes viven esta realidad lo saben. Cada basurero, cada calle rota y cada niño buscando comida entre los desperdicios es un llamado urgente a la acción, a la solidaridad y a la esperanza de que algún día esta isla pueda volver a ser un lugar seguro, limpio y justo para todos.
Del perfil de Javier Díaz